Una Extraña Manía. (One-Shots) [CORRIGIENDO]

Solo Tú y Yo. /Parte 3/4.

El castaño se había marchado. Haru no dijo nada de lo que había ocurrido y continuaron como si nada.

Rin había vuelto a la casa y encontró al pelinegro dentro la bañera, sus ojos estaban rojos y no reaccionaba.

Haruka al volver de sus pensamientos, se percató de Rin el cual lo removía pidiendo que hablara. El pelinegro sonrió y las lágrimas aumentaron...

─Perdón. Perdoname Rin... -sollozaba Haru mientras se aferraba al pelirrojo.

─¿Qué te pasa amor? -se estaba preocupando Rin al ver tan preocupado a su amado.

─Yo... yo... bueno... como te lo digo. -titubeaba el pelinegro mientras salía de aquella bañera.

Rin no comprendía nada, pero algo le llamó la atención, justo cerca de su pezón derecho se notaba una marca como de mordida y el no recordaba habérsela hecho. Eso lo perturbó cuando Haru le preguntó si lo había oído.

─¿He? ¿Que? Perdón...

─Rin quiero que nos tomemos un tiempo. -repitió esta vez siendo escuchado por el pelirrojo.

─¿Pero, qué dices? ¿Un tiempo? -miraba fijo el pelirrojo, a Haru que corría la mirada.

─Si quieres puedes quedarte aquí, yo me iré un tiempo a la casa de campo de mis abuelos. -sentenció el pelinegro saliendo del cuarto de baño.

Rin había quedado helado, y no sabia como reaccionar a esta inesperada decisión de su amante. Ingreso en la habitación que ambos compartían y Haru ya se encontraba con ropa arreglando su maleta.

─¿De verdad te iras? -pregunto incrédulo el pelirrojo. Esperando que todo eso fuera, más que una estúpida broma.

─Si. Necesito pensar en algo y aquí no puedo Rin. -dijo Haru, depositando un tierno beso en la mejilla de su pareja. Eso le sorprendió a Rin, el pelinegro pensó que así convencería al otro. Además de que podría sentir aunque sea por última vez los labios de su amado.

Rin, no entendía nada de lo que estaba ocurriendo, pero como todo hombre sensato y curioso no se quedó solo a observar y escuchar.

─¿Viste a Makoto? ¿Te dijo algo? -pregunto el pelirrojo dejando paralizado a Haru.

─¿Por qué de repente... -no termino la frase ya que Rin lo recostó sobre la cama y aprisionó sus manos sobre su cabeza.

─¿Qué?... ... Rin. No... -se quejo el pelinegro y penso que tendria que hacer un poco más de pesas y eso ya que siempre le terminaban ganando en fuerza.

Rin sujeto del mentón al pelinegro que no se atrevía a verle a la cara. Esto le molestó mucho al pelirrojo que le obligó a mirarle fijamente.

─Makoto no fue a ningún lado con sus hermanos como nos dijo. Así que supongo anduvo por aquí. Le advertí que no se volviera a acercar a ti Haru. Se que Makoto te ama, y eso me pone nervioso además de que la última vez que hablamos el me conto que no se dejaría ganar tan fácil por mi. Eso me molesto y más por como se refirió a ti. -continuaba su relato el pelirrojo con la mirada de Haru fija en él.

─Rin... yo... -no sabia que decir estaba entre contar la verdad o no. Sabía que eso lastimaría mucho a Rin, como también a Makoto. Era una decisión difícil.

─¿Qué? ¿Tú qué Haru? -pregunto el pelirrojo intrigado.

─Makoto, el... estuvo aquí. -desvió la mirada al decir aquello. Mientras que Rin suspiró, abriendo los ojos como platos.

─¿Hizo algo más? -los ojos del pelirrojo estaban fríos y sus manos apretaban más las muñecas de su amante que no respondía rápidamente.

─Bueno él... él... -los ojos del pelinegro se llenaron de lágrimas que no pudo contener.

─¿Qué mierda hizo Haru? Habla... -tomo de los hombros Rin al pelinegro, que no dejaba de sollozar.

─Me dijo q... que m... me ama... y me beso solo eso. Fue algo doloroso solo eso... -Haru no quería que Rin se alterara más de lo que ya se encontraba y decidió omitir una parte de la verdad. Rin lo miro, pero algo en el le decia que no había sido solo eso sino que algo más había pasado, pero el pelinegro no se animaba a decir.

─¿Lo rechazaste? -preguntó, Rin de repente con sus ojos fríos.

─S... si. -contestó dudoso el pelinegro.

─Bien. Hare de cuenta que te creo. Pero cuando hable con aquel imbécil espero que no seas capaz de protegerlo. -se puso de pie el pelirrojo yendo en dirección a la entrada.

─Por favor, Rin no vayas. -rogaba Haru mientras corría tras el pelirrojo.

─Dime la verdad... -volteo a mirarlo, y el pelinegro había agachado su mirada.

─Eso pensé. -salió de la casa el pelirrojo. Dejando a Haru lamentándose por lo que pasaría luego de todo ese gran error.

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Biennnnn... Ahora que lo pienso no se porque lo dividi en 4 partes, si podía en 3 xD no pero si soy genia. Ya se acerca la última partecita...

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Los leo cuando me lean... (*-*)/