Una Extraña Manía. (One-Shots) [CORRIGIENDO]

Despacito... 7w7 (HaruRin)

Solo era de mañana cuando Rin decidió que hoy sería un día completamente convencido fuera de lo rutinario. Lo primero fue ver hacia el gran ventanal y decir fuertemente que este sería un hermoso día. Pero, algo no fue bien cuando estaba a punto de decirle a su ser amado sobre sus planes.

Pero... El señor Nanase Haruka, simplemente no estaba. Y para sus nervios su despertador marcaban las 9 a.m. un grito dio giro a su espectacular y gran día, para nada rutinario. Algo fuera de lo común era, el nunca se quedaba dormido. En cierto modo su idea se había llevado a cabo.

Corriendo de un lado al otro, no sabiendo si llamar a su trabajo y decir que estaba enfermo o a pesar de que ya haya pasado más de dos horas desde que tenía que estar en la empresa, ir igual... No claro que no, era mejor llamar y decir que estaba enfermo, luego vería como arreglaría todo lo demás. Tenía mucho trabajo, tal vez de la opción de que lo haria desde casa. Después de todo solo necesitaba su buena tasa de café y su laptop. Entre nuevamente sus idas y vueltas. Recordó que su tonto novio ni siquiera fue capas de despertarlo antes de irse. A regañadientes tomo el teléfono y marco practicando en el acto su tan elaborada escusa. Pero, por si el mundo estuviera en su contra la llamada no conectaba. Es más la línea estaba muerta. Si alguien pudiera verlo le confirmaría como su cara estaba en un estado de shock completamente. Miro en busca de su móvil pero nada, no lo veía por ningún lado...

-Dios iluminarme... -dijo desesperado.

Aunque busco y busco, además de intentar encontrar el problema del telefono, termino como al principio. Sin entender lo que pasaba camino hasta la entrada del departamento. Estaba por abrir la puerta cuando se dio cuenta que no tenía las llaves. Ese día parecía no ser el mejor, busco las llaves donde siempre las deja y para su sorpresa tampoco estaban allí. Revolvió todo el departamento pero nada. No creyendo lo que le estaba pasando volvió a repasar toda la casa por completo. Hasta intento abrir la puerta pero ni así. Definitivamente ese día no era para nada rutinario.

Entre vuelta y vuelta, miro el reloj de la sala y noto que ya era la hora del almuerzo sin poder creer lo que veía suspiro profundamente y decidió llevar el resto del día en paz.

Durante el transcurso del día Rin termino, casi incendiando toda su cocina, casi se cae, se golpeó la rodilla con la mesa, rompió un cuadro, el pequeño foco del baño se quemó y cuando estaba por tomar una ducha la canilla se falseó, inundando todo el lugar.

El joven pelirrojo de 26 años, estaba a punto de llorar en la mitad de su sala cuando un pelinegro algo sorprendido y con ropa de deporte ingreso despreocupado. Y para sorpresa del pelirrojo, este venía cargado de bolsas de compras.

-¿Qué haces allí? -pregunto Haru, realmente confundido.

-Haru... -murmuro, entre sollozos... Y sin esperar nada se aventó sobre su novio, iniciando el relato de todo su para nada rutinario día. -Espera... Espera... Despacio... -Haru separa a su pareja, y sonríe. Esa sonrisa entre sería pero con mucho amor escondido.

-Haru... -antes que pueda continuar es cortado por una carcajada del nombrado. -Qué...

-Amor, hoy es sábado... No tienes trabajo, por eso te deje dormir. Yo tenía que dar clases en el club, luego iría de compras porque faltaba varias cosas para la casa, una de ellas es el pequeño foco del baño te dije el otro día que estaba andando mal. Luego te avise que el lunes vendría alguien a ver la canilla de la ducha. El teléfono hace días que no anda, hubo un corto en el piso de abajo y todos estamos sin tono. -suspira y mira a su congelado pelirrojo. -Además, si es así te has olvidado de que tienes que regular bien la válvula de gas detrás de la cocina, ayer use el horno y la moví. -finaliza dejando a un joven fuera de sí. -Por cierto aquí está tu móvil. Lo pasé a buscar en lo de Rei. Parece que lo arreglo bien.