Una Extraña Manía. (One-Shots) [CORRIGIENDO]

Solo Tú y Yo. /Parte 4/4.

El pelinegro se encontraba dando vueltas en su living, cuando no soportó más la espera, tomó su chaqueta para salir hacia casa de Makoto. Donde de seguro ya estaría llegando o ya habría llegado el pelirrojo muy enojado.

─Espero llegar a tiempo. -se repetía a sí mismo el pelinegro mientras corría para llegar, que aunque no estaba muy lejos se le hacía eterno el corto camino.

El pelinegro se encontraba solo a tres pasos de la casa de Makoto cuando escuchó gritos y para su sorpresa oyó que esa era la voz de Rin. Se asustó un poco y al estar casi de frente se topó con un Makoto todo golpeado y con el pelirrojo sobre él dándole de golpes.

Haruka no se inmuto y se limitó a observar cuando el pelirrojo lo paralizó con la mirada. Nunca había visto de aquel modo a su amante y se sentía realmente culpable por todo. Su autoestima luego de la declaración de Mako un tiempo atrás y lo ocurrido estas últimas horas se encontraba por el piso.

Nunca pensó que su ex mejor amigo y el hombre de su vida estarían como ahora, todo por su culpa. Esto y más pensaba y pensaba el pelinegro cuando volviendo de sus pensamientos nota que Rin estaba a un lado de Makoto el cual se encuentra inconsciente en el suelo. Y ruidos de vehículos de la policía llegaron al lugar. Los oficiales detienen a Rin, mientras llegan algunos paramédicos los cuales toman el cuerpo inconsciente de Makoto. Una mujer no muy mayor le habla a Haru y lo dirige a una de las patrullas.

─¿Dónde está Rin? -pregunto a la mujer anterior. Lo ve y pregunta algo que deja helado al pelinegro.

─Dime muchacho, ¿sabes el porqué de la pelea del par de chicos que estaban contigo? -bajo la mirada y tomo una bocanada de aire. Cuando está a punto de decir alguien le interrumpe. Una voz que conoce y logra que su cuerpo se estremezca, y su ojos se llenan de lágrimas.

─Yo se lo diré. -dijo Makoto entrando esposado con un par de oficiales. Le sonríe y sin poder evitarlo el pelinegro comenzó a llorar.

─Joven, ¿se encuentra mal? ¿Le duele algo? -le pregunta la señora preocupada por tan repentina acción del pelinegro.

Makoto solo lo observa y la culpa lo carcome. Luego sonríe y mira el castaño con lágrimas cayendo por sus mejillas.

─No debes preocuparte más Haru. -sonrió y continuó diciendo. ─Sabes siempre he querido lo mejor para todos y me duele ver lo bajo, canalla y despreciable que me he convertido solo por celos. Sabes siempre te ame, desde que éramos pequeños hasta hoy y para siempre. A pesar de saber que ahora de seguro me tienes miedo, odio y todo tipo de sentimiento de desprecio hacia a mi, aun así yo te amare. También estoy dispuesto a pagar mis errores, los cuales no son ningún juego. -decía de una forma tan sincera el castaño, mientras veía al pelinegro con los ojos hinchados de tanto chillar.

─Sabes que no podre perdonarte nunca Makoto. -dijo seguro y secándose las lágrimas, Haru.

─Si, lose. Y para mejor no tienes porque preocuparte de nada. Como ves me espera un tiempo muy largo dentro de un lugar donde me servirá para pensar mucho sobre todo lo que hice. Aunque -se pauso el castaño, sonrió y algo en su mirada había cambiado sus ojos negros y fríos hizo estremecer al pelinegro. ─No me arrepiento por otra parte de nada. -finalizó cuando ingresó en esa habitación el pelirrojo, también esposado y con un oficial.

─Rin. -dijo el pelinegro viendo a su amante frente a él. Le sonrío y viendo la acción del pelirrojo Haru se relajo.

Makoto emitió un chasquido con su boca y habló viendo fijamente a Rin.

─Creo que estarás tranquilo ahora, como ves ya he declarado y no podré acercarme a Haru por un largo tiempo. -decía de una forma irónica el castaño.