Proyecto Bimestral

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Hiroto Kiyama POV'S

Haciendo aun lado los papeles y plumas me recosté sobre la mesa de la biblioteca mirando como los demás estudiantes empezaban a retirarse.

Cierro​ los ojos un momento, de verdad tenía sueño hace días que no dormía como Dios manda por este proyecto Bimestral.

En esta escuela, todo es competencia, a veces por equipo, a veces individual.
El mejor proyecto era presentado a la mesa directiva lo cual era un buen punto en tu currículum escolar y además puedes presentarte en el concierto de Navidad que ofrece la escuela.

Abro los ojos y miro mis manos, están llenas de tinta y callos por la forma en la que tomo la pluma para escribir además de algunos callos viejos que empezaban a deshacerse.

Cierro mis ojos nuevamente, como compositor sé tocar varios instrumentos (guitarra, batería, piano, arpa, violín, flauta) puedo presentarme yo solo y dar a conocer de propia mano mis obras, pero la verdad...

Las luces del escenario no son para mi, ser el centro de atención nunca fue lo mío... Solo lo es para una persona, la única persona que da vida a mis obras y puede transmitir sin problemas mis sentimientos en esa canción. 

Escucho que alguien se sienta delante de mí, así que abro los ojos, mirando a quién llegó.

— Te ves terrible — me dijo Midorikawa sonriendo, pero  era una sonrisa de preocupación por mi.

— Gracias por mencionar lo obvio — dije tallandome los ojos — Llevo casi una semana sin dormir — le recuerdo.

— Hiro, ya basta... — le miro sorprendido — Si quieres presentemos otra cosa —

Desde aquel primer recital el primer día de clases, Mido y yo hemos estado juntos en cada equipo y esta ocasión no era la excepción.

— ¿De qué hablas?— le dije extrañado.

— Mira cómo estás, tienes ojeras, los ojos rojos y desde que empezamos a trabajar en este proyecto ya no sales con nosotros — acaricia mi mejilla — Me preocupa que te estés exigiendo demasiado y tengas un colapso por el cansancio —

Al tener su mano en mi mejilla soy capaz de sentir los callos que tiene en los dedos por las largas horas de ensayo que ha realizado desde los seis años.

— Tranquilo, ya casi logró lo que quiero — dije sonriendole tranquilo — Para mañana ya estará listo y podremos ensayar de verdad —

— Está bien, pero si no esta mañana tocaré "El pianista y el compositor" —

— Bien — dije sonriendole, esa fue el nombre que le pusimos a la pieza que tocamos el primer día de clases.

— Vámonos a casa — dice sonriendome, asiento y tomo mis cosas.

[...]

Bostezando entre a la tienda de música KiyamaMusic, la tienda de mi familia. Amo este lugar desde que era pequeño, pasaba horas jugando entre los instrumentos, causando escándalo y usando este lugar como si fuera un jardín de juegos y es que antes de adentrarme en el mundo de la música hacía cosas de un niño normal, jugaba todo el tiempo con mis juguetes y amigos creando caos en la tienda.

Y es que el lugar me parecía muy amplio pese a que había pianos y teclados en cada esquina y pasillos con guitarras de varios colores, soportes de violines con sus violines y baterías en el aparador, para mí no había mejor lugar para jugar a las escondidas, los encantados y a policías y ladrones.

— Bienvenido, hijo — dijo mi padre volteando a verme con una sonrisa.

Le sonreí también y el regreso a atender a un niño a cambiar las cuerdas del violín.

Pasé detrás del mostrados hasta una puerta gris y subí las escaleras hasta la segunda planta, mi casa.

Mi hermana, Hitomiko estaba en la cocina haciendo la comida cuando yo llegue.

Al verme, pese a su semblante serio, sé que esta preocupada por mi. Mi hermana nunca fue buena expresando sus emociones, siempre mostraba ese semblante serio pero cuando la conoces de tanto tiempo como yo empiezas a ver sus emociones fácilmente.

Me senté a comer lo que preparo y cuando terminé después de mucha insistencia de mi hermana, fui a mi recamara a dormir.

Traté de buscar una buena posición para dormir pero seguía ansioso por el proyecto, quería seguir trabajando en el, sin embargo debo descansar si no quería preocupar a mi familia y amigos.

Fui al closet a buscar una vieja caja de zapatos azul, dentro contenía un tesoro invaluable para mí.

Sonreí al ver el viejo walkman de mi hermana y de entre las veinte cintas que había en la caja elegí la que decía "Primer recital".
Fui a la cama, puse la cinta y me coloque los audífonos diadema en las orejas y pulse el botón de play.

No era mi recital, era el de Midorikawa Ryuji. Sonreí y empecé a relajarme escuchando la canción que había tocado ese día hace ya tantos años.

Nunca se lo dije, pero por escucharlo a él en ese concurso hizo que yo me adentrará en el mundo de la música.

Cierro los ojos, y me dejó envolver por el cálido mundo de los sueños y los recuerdos.

Eres mi música favoritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora