El guitarrista y el violinista.

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Atsuya: Yo toco la guitarra porque es mi pasión - veo la guitarra recargada contra la pared, es vieja la tengo desde los 8 años.

Afuro: Yo toco el violín pues es mi obligación como hijo de Sarutobi Terumi, gran empresario. Soy su heredero tengo que mostrarme como de la alta sociedad, saber tocar un instrumento es indispensable en la alta sociedad - guardo el violín en el estuche nuevo.

Atsuya: Tocó la guitarra de tal manera que transmito mis emociones. Normalmente transmito la felicidad que me da al raspar las cuerdas. La felicidad de perderme en mi mundo, lejos de los problemas. De los recuerdos de la muerte de mi hermano mayor, de mi padre y madre- 

Afuro: Por tradición voy a estudiar en la escuela más prestigiosa de música: Armonics Mozart-.

Atsuya: Con grandes esfuerzos y con dedicación logré entrar y obtener una beca de mi escuela soñada: Armonics Mozart. Todos los grandes músicos han estado aquí, espero - ajusto las cuerdas de la guitarra - Espero correr su camino, al menos al principio, ya que sé que encontraré el mío y los superaré - guardo la guitarra en el estuche que es tinto con algunos parches por lo gastado que esta.

Afuro: Ser un egresado de esta escuela me abre las puertas a mi futuro ya escrito por mi padre - suspiro y anudo correctamente la corbata del uniforme, poniéndome el saco café, (parte del uniforme) y amarro mi largo cabello en una coleta baja. Una limusina me espera para llevarme a la escuela. Con el violín en mano subo en ella. 

Atsuya: Esto es solo el comienzo del camino que forjaré con mis manos- la corbata floja, la camisa sin fajar y cuello de la camisa torcido, mi sonrisa despreocupada y una bandilla en mi mejilla (un rasguño de parte de mi gato Simón) y salgo camino a la escuela con la guitarra en mi espalda.

[...] 

Atsuya Fubuki POV'S. 

Llegue al gran instituto Armonics Mozart. Un imponente edificio principal blanco da la bienvenida a los estudiantes, al igual que las hojas sopladas por el viento veraniego. 

Veo a muchos chicos y chicas de mi edad (16 años) o uno o dos años mas grandes entrar con partituras e instrumentos en mano practicando, jugando o bromeando con sus amigos. El ambiente me parece sacado de una película. 

Me paro en el umbral de la escuela sin llegar a entrar, contemplando el paisaje, contando hasta tres antes de dar un paso y adentrarme a este mágico lugar.

Colores parecen llenar el lugar, la música singular de este lugar me llena de energías que me hacen vibrar de emoción con solo ese paso. 

Detrás mío escucho el abrir de la puerta de un auto; volteo a ver. Un chico (lo sé por el uniforme que lleva, las chicas usan falda) sale de una... ¡limusina! Es la primera vez que veo una así que seguro mi cara es de asombro incluso algunos ríen por ella. 

<Que será que todos han visto algo así antes o toda la vida tal vez>.  

El chico, que es poco mas alto que yo, pasa a mi lado sin mirarme.

La limusina se va y yo veo como se aleja de la escuela.

Seguro que en este lugar hay mas como él... Pero no me dejaré intimidar por su dinero y posición, verán lo que valgo y tendrán que aceptarlo. Sonrío, pongo mis manos en los bolsillos y me adentro a mi nuevo instituto.

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Bueno un ataque de inspiración me paso al crear este Prólogo, por llamarlo de alguna manera. Si te gusta vota y comenta. 

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