Capítulo 8

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—Muñeca… ¿Cómo te va?—preguntó Krischnan acercándose a Verónica para abrazarla. Los días anteriores, al salir del trabajo siempre la invitaba a salir lo cual ella aceptaba encantada. Su relación había avanzado demasiado en tan poco tiempo, tanto que él ya tenía la confianza suficiente para agarrarla de la cintura o decirle cosas como <<nena>> ó <<muñeca>> en público. 

—No me digas así. Lo detesto—dijo Verónica rodeando los ojos.

— ¿Qué quieres hacer para esta noche? Pensé en que podríamos ir a cenar y después bailar un poco—le susurró cerca del oído para que Tibalt no escuchara.

—Tal vez la cena la acepte, pero lo de ir a bailar… Eso no es lo mío—hizo un mohín de disgusto.

—Bueno, entonces una cena en mi departamento, ¿Qué te parece?—dijo con una mirada coqueta. Tibalt quien se encontraba al lado de Krischnan solo negaba al escuchar todo lo que su amigo decía.

—Esa es una mejor idea—le sonrió ella.

—Bien, entonces te busco a la hora de la salida para irnos juntos—la voz del hombre había enronquecido y sus pupilas dilatado de sólo pensar en todo lo que le haría a ella esa noche.

—Me parece perfecto. Hasta entonces—dijo Verónica dirigiéndose a su oficina.

— ¿Qué fue todo eso?—preguntó Tibalt enojado.

— ¿Qué fue de qué?—respondió confundido Krischnan.

—Sólo la llevaras a la cama para divertirte con ella para luego desecharla como lo hiciste con las otras. ¿Por qué lo haces?

—Déjame decirte algo. Lo que yo haga o deje de hacer no es de tu incumbencia. Y si yo quiero llevarme a la cama a cuanta mujer se me cruce en el camino, lo hare porque yo así lo decido. Tranquilo, que después de que termine con ella, podrás ir a consolarla —le dijo en tono burlón.

— ¿Por qué  habría de hacerlo?—Tibalt fingió cierta indiferencia.

—No te hagas el idiota conmigo. He visto como la miras.

—La miro como a cualquier otra persona.

—Claro, lo que digas. No te preocupes, que no le hare daño, aunque tal vez lo suficiente para hacerla gozar—Krischnan se marchó del lugar para también dirigirse a su oficina. Tibalt se quedó solo con la mirada fija en la espalda de su compañero hasta que este desapareció.

<<Ya lo veremos idiota>> pensó  con una sonrisa.

<<Ya lo veremos idiota>> pensó  con una sonrisa

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Otro capítulo cortito \(^o^)/

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