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Nuestro pequeño Jimin se encontraba en su salón repasando como podía para el examen que tendría ese día y es que la Física no se le daba bien, para nada bien. Ya casi era hora de que iniciara el receso, claro que él estaría con Zico, debía hablar con él y antes de finalizar la escuela, debía hacerle saber que ya no quería estar con él, ¿Cómo se supone que pretenda a alguien teniendo novio?, imposible.

Seguía sosteniendo el libro de aquella materia tratando de memorizar fórmulas cuando el sonido de la campana anunciando su momentánea libertad en el receso sonó fuertemente sobresaltándolo, lo hizo dar un salto lanzando su libro al aire; Jimin terminó en el suelo y las carcajadas no se hicieron esperar pero ¿Quién no se reiría de algo así? Era comprensible para el pequeño pelinegro, tanto que hasta él comenzó a reír después de unos momentos pero las cosas no eran así para su novio quien estaba recargado en el marco de la puerta de aquel salón pues había ido a recoger a Jimin para irse juntos.

En cuanto el rubio artificial dio un paso hacia el frente el silencio reinó en aquella aula de clases y es que no había persona que no le tuviera respeto a Ji Ho, bueno, tal vez algunas excepciones pero eran muy pocas y en gente con poco aprecio a la vida.

Salieron juntos del salón y detrás de ellos a una distancia prudente la típica escolta de Zico, llegaron al comedor y las miradas se enfocaron ellos, como siempre, y tomaron asiento en la mesa que se encontraba colocada en la esquina más escondida de ese lugar. Desde una mesa no muy alejada de ahí unos muchachos también los observaban con suma atención.

--- Tu hermano es una puta, Hoseok.--- Soltó el pelinegro con sorna, no se tentó en decirlo.

--- Deja de decir eso, estúpida rata.--- Por instinto este se levantó de su lugar listo para empezar una pelea, no permitiría que insultaran a su hermano. Rápidamente fue sujetado por su pequeño novio, Taehyung; el odiaba las peleas y los gritos, solía fungir como un muro de contención ante los sentimientos fuerte de HoSeok.

--- Es la verdad, míralo sentado en las piernas de Zico.--- HoSeok dirigió su vista a esa mesa "popular" y luego de vuelta a su agresor rápidamente. --- Que ofrecido de mierda.

Todos los presentes en la mesa miraban atentos a estos dos discutir, ya era su costumbre, lo que pensaba JungKook de Jimin no estaba justificado, sólo no le agradaba y ya, aunque muchos sacaban teorías al respecto, uno cada vez más alocada que la anterior. De a poco sus gritos fueron aumentando y su frecuencia también, lo suficiente para que por el volumen de estos se escucharan hasta la mesa donde residían Zico y Jiminnie.

"Tu hermano es una puta..."

Cuando los oídos del pelinegro de manos pequeñas recibieron esas palabras este sólo bajó la cabeza, su corazón se estrujó en dolor. Jimin tenía mala autoestima, ya lo he dicho, y no era nada agradable que le llamaran así frecuentemente por algo que hacía bien a los demás, estaba decidido a acabar con ello. Al contrario del pelinegro, Ji Ho era más explosivo y en cuanto esa frase estuvo a su alcance auditivo se levantó en seco caminando hacia la mesa de JungKook.

Todos los restantes que estaban ahí sentados: SeokJin, NamJoon, Hoseok, Taehyung y YoonGi, observaban expectantes a las acciones del rubio, ciertamente a algunos como a NamJoon les divertía la situación pues sabía que Kookie se lo tenía merecido pero otros como YoonGi estaban dispuestos a meterse para evitar que le dieran la paliza de su vida al de dientes grandes.

El novio de Kookie había faltado aquél día y por eso YoonGi comía en la misma mesa que JungKook, naturalmente lo evitaba porque ¿A quién le gustaría estar tan cerca de su platónico mientras está con su pareja?

La tensión era enorme y jodidamente incómoda, sólo se mantenían la mirada sin hacer nada, su odio mutuo casi era palpable y todo el mundo tenía la mirada sobre ellos esperando tener un buen espectáculo.

--- No te recomiendo hablar así de mi Jiminnie, ratucán.--- Casi escupió lo dicho, estaba harto y dispuesto a defender a su pequeño tesoro con todo lo que tenía.

--- No he dicho nada que no sea verdad.--- Zico dio unos pasos hacia enfrente pero fue detenido por las pequeñas manitas de Jimin que se aferraron a su brazo.

--- Pelear o discutir con JungKook no vale la pena Ji Ho, vámonos ¿Si?--- Jimin era un calmante infalible cuando del rubio se trataba, con esa frase bastó para que emprendieran retirada estratégica.

--- La próxima vez no me detendré por nada, bastardo. --- Y se fueron dejando en total anonimato a todos los presentes, el de dientes grandes sólo volvió a su lugar original como si nada hubiera pasado.

YoonGi miraba de forma disimulada a su amor imposible pues su manera de actuar era totalmente indiferente, por dentro tuvo un poco de remordimiento por Jimin y todo el peso que le tocaba cargar por el bien de la escuela, no era justo en lo más mínimo.

Jimin desapareció durante los siguientes dos módulos de la escuela y reapareció para la penúltima clase, su relación con Zico ya había terminado para ese entonces. No hubiese vuelto a la escuela si no fuera por ese estúpido examen que lo jodía como nada, no se sintió tan mal con su desempeño, no creía haberlo respondido tan mal y confiaba aprobar para no hacer un examen de recuperación.

A pesar de todo ese día resultó bien.

Ilusiones ~YM~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora