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Mientras el pelinegro caminaba de vuelta a su hogar, después de aquella casi satisfactoria conversación con su futuro novio, sacó su teléfono celular del bolsillo y marcó el número que le pareció más lógico para su situación, su llamada fue contestada después de tres tonos en los cuales, en todos y cada uno de ellos, estaba tentado a colgar.

--- SeokJin, necesito su ayuda.--- Soltó inmediatamente cuando su llamada fue atendida.

--- ¿La mía? debe ser algo grave porque no creo que necesites tips de belleza.--- Su voz se escuchaba jadeante y entrecortada, como si estuviese haciendo ejercicio o... También podía escuchar por la bocina la perfección la voz de NamJoon quejándose en voz alta.

--- ¿Interrumpo?--- No, realmente no quería saber pero sintió que era necesario preguntar por educación. Internamente se sentía completamente asqueado con ello.

--- No, bueno, sí pero de todas formas NamJoon ya salió de mi cuarto, ¿Qué pasa?--- Tomó una botella de agua que se encontraba en su habitación y la abrió para poder refrescarse un poco.

--- Necesito consejos de amor, buenos consejos de amor.

--- ¿Ahora quién te llegó al corazón niño?--- Le dio un trago al agua que contenía la botella y la retuvo un poco en sus mejillas, costumbre suya.

--- Jimin.

Lo que sucedió después fue Jin escupiendo el agua que había tenido en su boca directo a sus sábanas y atragantándose con ella en el proceso, ¿Había escuchado bien?, ¿Jimin?, ¿El niño del que tanto se quejaba antes?, o sea, entendía que a Jimin le gustaba YoonGi como si su vida dependiese de ello y, para ser sinceros, no entendía por qué pero sabía a la perfección que el sentimiento no era mutuo, de hecho, creía que había más repulsión que amor.

--- ¡SeokJin, enfócate, esto es muy importante!--- Le sacó de sus pensamientos con ese grito y no pudo evitar sentirse ofendido.

--- ¡¿Yo me estoy muriendo y me pides que me enfoque?, ¡¿De verdad, Min YoonGi?!--- ¿Qué le sucedía a YoonGi ahora?, ¿Tan mal lo traía el niño que hasta le quitó el sentido común?

--- Bueno, ¿Me ayudarás o no?--- No estaba para que colmaran su paciencia pero, hablaba con SeokJin, era casi imposible.

--- ¿Yo qué obtengo a cambio?--- Debería de haberla visto venir, SeokJin nunca hacía nada si no era con una remuneración aun cuando de sus amigos se trataba.

--- Te comprare el almuerzo a diario por una semana.--- Ofreció rápidamente sabiendo cuanto amaba la comida su amigo.

--- Cariño, eso ya lo hace Namie.

--- Entonces, te compraré algún objeto de colección de Súper Mario.--- Insistió, debía pensar rápidamente en su próxima propuesta pues anticipaba el rechazo.

--- Eso lo hace NamJoon también.

Y entonces, aunque le dolió la cartera desde lo más profundo de su alma, ofreció aquello que NamJoon no podía hacer por su posición económica y que, claro, ya sabía que no sería rechazado por SeokJin.

--- Bien, escucha, iremos de compras y yo pagaré todo lo que tu desees.

--- ¿Sin límite de objetos?--- Tentó el pelirrosa mientras una sonrisa malévola se formaba en su rostro.

--- Sin límite de objetos.--- Respondió aunque quería jadear por el dolor que le causaba tener que perder sus ahorros. Era una buena causa, debía recordar eso.

--- Es un trato entonces, hablemos mañana de esto, tengo un Dios de la destrucción por contentar ahora mismo.

--- Vale, está bien, hasta mañana en la escuela.

Terminó la llamada y siguió caminando hacia su hogar, tenía un Mocchi por conquistar y no sabía por dónde empezar exactamente, no se le daban ese tipo de cosas del romance si no era natural, pero no podía ser tan complicado ¿O sí?

No tardó mucho en llegar a su hogar y, en cuanto atravesó la puerta de su cuarto, se dirigió al escritorio que tenía allí por comodidad al realizar tareas, tomó una libreta pequeña que ocupaba para apuntes, canciones o dibujos al azar y apuntó las cosas que había pensado que podrían servirle en esta extraña misión.

• Compra dulces, a diario come cosas dulces.
• Le gusta la música y el baile como nada en el mundo.
• Le gustan los animales, especialmente aquellos que son fáciles de acariciar.
• Se sonroja fácilmente con cumplidos.

Tachoneó un poco ese último pues no era totalmente cierto, había visto a muchas personas elogiarlo en repetidas ocasiones sobre sus múltiples talentos y actitudes,  y sonrojarse pocas veces así que re estructuró la oración de la forma que le pareció correcta.

• Se sonroja fácilmente con cumplidos de gente que valora. Se cohíbe  con mis cumplidos.  

Sí, eso sin duda le serviría. Su teléfono comenzó a vibrar asustándolo un poco, estaba demasiado metido en sus razonamientos sobre Jimin, se sintió torpe al dar un pequeño salto sólo por eso y terminar en el suelo de su habitación. Dudo sobre tomar la llamada porque era un número desconocido pero terminó cediendo ante la insistencia de la otra persona, además, no sabría quién era hasta que contestara.

--- ¿Hola?--- Estaba muy dubitativo con esto pero ya no había marcha atrás.

--- ¿YoonGi?--- Esa voz era inconfundible y no tardó nada en saber quién era aquél en el otro lado de la línea.

--- ¿Zico?--- ¿Qué mierda quería Zico con él en ese momento? No eran amigos, no eran cercanos y ni siquiera se llevaba bien con alguna de sus amistades como para haber conseguido su número.

--- El único e inigualable, blanquito.--- JiHo siempre tenía aires de grandeza y justo en ese momento no se sentía con ganas de soportarlos.

--- ¿Sucedió algo?--- Fue directo al grano para poder planear sus siguientes pasos en esete juego tan extraño.

--- Mis contactos me han dicho que fuiste a ver a mi Minnie hoy.

--- ¿Ahora acosas a Jimin?--- Era un razonamiento lógico pero preguntó con aquel tono tan duro simplemente porque no soportó escuchar ese "Mi Minnie" desde los labios del otro, aunque el rubio no pudiera ver sus gestos arqueó una ceja de forma interrogatoria, esto era demasiado hasta para él.

--- No es acoso, es protección, protección de gente como tú, YoonGi.

---Escucha.--- Suspiró, lo mejor era evitar las discusiones y así todo terminaría más rápido. ---No pienso dañarlo de nuevo así que estate tranquilo.

--- Estoy seguro de que lo harás porque si te atreves a hacerlo llorar de nuevo, como en el baile de la escuela, te dejaré unas bellas marcas en tu piel pálida y no de forma placentera.--- Era una clara amenaza pero, extrañamente, esto no lo hizo enojar pues JiHo se estaba preocupando por Jimin aun cuando ya no eran pareja. Era un gran tipo a fin de cuentas.

--- ¡No lo haré!--- Insistió de forma veloz. --- No de nuevo.

--- Me consta ¿Sabes porqué? Porque te romperé los dientes si vuelves a hacerlo sufrir.--- No admitía que exageraba, porque no era así, haría lo que fuera por Jimin pero, bueno, no quería ser un completo desgraciado con YoonGi. ---No quiero que tomes a mal esto, lo hago porque me preocupa el niño, me agradas y me gustaría ser tu amigo más adelante pero no se podrá si te pasas de listo con todo esto.

--- Entiendo, yo haría lo mismo si fuera tú y esto es una promesa, no volveré a herir a Jimin.--- Tal vez si podría llevarse bien en un futuro no muy lejano, ahora debía enfocarse en un asunto más importante.

--- Hasta luego, Min.

--- Hasta luego, Woo.

Y cortaron esa extraña conversación, ahora no era sólo cuestión propia y sentimental, ahora también su integridad física corría de ello. Sabía a la perfección que si se hacía acreedor a una paliza de Zico y sus amigos no saldría del hospital por al menos un mes aunque, lo que verdaderamente le preocupaba si caía en aquél caso, sería el dolor interior que tendría al volver a hacer llorar a Jimin. Dio un trago pesado de saliva al imaginarse todo eso y trató de enfocarse en su tarea principal, el siguiente sería un raro día pero lo valdría. 



Ilusiones ~YM~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora