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Se sentía muy decepcionado de sí mismo, estudió demasiado como para haber reprobado pero aun así lo hizo y ahora tenía que hacer un examen de recuperación de la materia, estaba muerto casi literalmente o al menos así era con sus padres. Obviamente Hoseok tuvo que enterarse de la calificación tan deplorable de su hermano y no aceptaba la idea de dejarlo a su suerte estudiando, también estaba al tanto de los sentimientos de su hermano por YoonGi así que se le ocurrió la idea del millón.

Jimin caminaba cabizbajo por los pasillos de su gran escuela, estaba sólo pues ya era tarde pero un llamado lo hizo salir de sus deprimentes pensamientos.

--- ¡Hey, Jimin!--- Esa voz podía reconocerla y hacerlo estremecer donde fuera, era su adorado Suga.

--- ¿Q-qué pasa YoonGi Hyung?--- ¿Por qué le hablaría a él tan insistente?, ¿Era un error acaso, un sueño?

--- ¿Vas a tu casa?, te acompaño, hoy será tu primera clase.--- Su corazón palpitó fuertemente deseando expresar lo emocionado que estaba pero se contuvo todo lo que pudo para resolver sus dudas.

--- ¿Clase?— Logró articular con dificultad.

--- Si, Hoseok me pidió que te ayudara con asesorías de física, reprobaste esa materia, ¿No?

El pequeño asintió lentamente al de piel lechosa, se sentía avergonzado, Jungkook era muy buen estudiante y sin querer se sintió pequeño.

--- Bueno, hoy será tu primera clase, estuve buscándote todo el día, ¿Dónde te metiste?

--- Este, yo...--- Aclaró la voz como pudo. --- Estuve en la biblioteca buscando algunos libros, ya sabe, porque leer es fascinante.--- Soltó de forma rápida y torpe delatando su mentira ¿Cómo decirle que se la pasó sólo en la azotea de la escuela porque se sentía una mala persona por lo que pasó con Zico y de paso por el asunto de sus calificaciones?

Suga rió sutilmente pero en cuanto notó su gesto volvió a su seriedad habitual, fue ligero momento de debilidad, sólo eso.

--- Pues te sabes esconder muy bien, niño, vámonos.

El camino a su hogar fue muy calmado, ninguno sabía que decir exactamente pues realmente habían hablado muy poco el uno con el otro a lo largo de todas sus vidas, Jimin tenía que cambiarlo de alguna forma, esforzarse pero últimamente no estaba del mejor ánimo posible.

El pequeño pelinegro comenzó a indagar de sobra en su mente, la tristeza comenzó a subir lentamente en él, era una persona realmente sensible cuando se trataba de ciertos asuntos y la cuestión de "Ser un buen Hijo" era una fibra sensible en su interior.

Estaba fallandole a sus padres con su redimiento, lo sabía pero no podía ser bueno en todo, no lograba darle gusto a nadie ni cumplir con las expectativas, era un fracaso, un vil fracaso.

El aura triste de Jimin no tardó en llamar la atención de Suga quien, a pesar de no saber cómo preguntar, se aventuró a hablar sin romper su carácter normal.

--- Mocoso, ¿Estás bien?--- No le gustaban los rodeos, sólo fue al grano.

--- Yo...--- Meditó un momento pero podía ocupar las cosas a su favor. — Yo he terminado con Zico hace unos días.

--- ¡Oh!, bueno, lo lamento Jiminnie...— No sabía que decirle con exactitud.

Jiminnie... ¡Es la primera vez que me llama con cariño!

El pálido posó su mano en la cabeza de Jimin y le acarició un poco la coronilla, era el primer gesto amable que tenía con él; lo consolaba, de manera torpe pero lo hacía, el corazón de Jimin iba a mil por hora rompiendo cualquier maratón.

Llegaron con un ambiente cálido entre los dos, el de manos pequeñas no cabía en su emoción; las clases empezaron rápido y a pesar de tener miedo de cometer errores enfrente de YoonGi las cosas le salían muy bien, a voz del pálido todo parecía más sencillo, como si con él no hubiera problema alguno que no tuviera solución.

--- Entonces, repíteme de nuevo la fórmula de la velocidad.— Pidió con amabilidad.

--- Velocidad es igual distancia recorrida entre tiempo de recorrido.

--- Eso es, ¿Ves que no era nada difícil?--- En respuesta solo asintió con una de esas sonrisas donde se le desaparecen los ojos.

Las cosas llegaban directo a su cabeza, tener ahí a YoonGi le hacía bien, lo ayudaba a concentrarse captando mucho mejor la información.

Cuando terminó la sesión de clases se trasladaron a la sala para destensarse un poco y ver televisión, ya todo estaba más relajado entre ellos, en ese corto tiempo Suga pudo darse cuenta que Jimin ya no era ese niño hiperactivo que le daba dolores de cabeza continuos.

Al final del día terminaron por cambiar números para seguir en contacto, ¡Era el logro más grande que Jimin había tenido aquella tarde!, debía agradecerle de una forma muy generosa a su hermano, todo eso se lo debía a él, pero a todo esto ¿Dónde estaba su hermano?

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--- ¡Hoppi, me duele!— Insistió el castaño con desesperación.

--- Estoy teniendo cuidado.— Se quejó el mayor pues ya habían invertido mucho tiempo en esta absurda situación.

--- ¡Pero me duele mucho!

--- Ya pasará cariño, solo debes acostumbrarte a la sensación.— Respondió respirando profundo, desesperandose no llegaría a ninguna parte.

--- ¡No puedo, quítalo!

--- Si te quito la gasa con alcohol se podría infectar, te dije que no subieras ese árbol.

--- ¡Pero era tan alto y bonito!

Taehyung era un chico peculiar pero eso no quitaba que era una persona espectacular y divertida, era un ángel en toda la palabra, un ángel que entró a la vida de Hoseok hace unos años atrás de forma inesperada.

El cariño que se tenían esos dos era particular, demasiado distinto a lo común para cualquier persona que les prestara una mínima de atención, su amor era puro y sincero.

Ilusiones ~YM~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora