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La puerta fue abierta en cosa de nada sin darle oportunidad de relajarse y un aroma agradablemente dulce le inundó la nariz, era el inconfundible perfume de Jimin, ese que se quedó impregnado en sus prendas después de cada abrazo amistoso que se daban.

--- ¡Vamos hombre, quita la cara de susto, todo estará bien!--- Hobi le palmeo la espalda para tratar de darle aunque sea un poco de ánimos y es que ciertamente YoonGi tenía una cara como si fuera a ser sentenciado a muerte. --- Sígueme, yo te digo cuál es su cuarto.

Ambos muchachos caminaron por aquella casa mediana; en el segundo piso estaban las habitaciones, se encontraban señaladas con su nombre pintado a forma de decoración en la parte superior de la puerta así que no era complicado hallarse ahí.

"Jimin" estaba escrito con letra cursiva, un perfecto lettering y colores celestes y naranjas, una vez más se quedó observando la puerta frente de él pero un suave toque en la espalda lo hizo voltear hacia un lado.

--- Te lo encargo, YoonGi.--- Y HoSeok desapareció por el pasillo que lleva a la sala a pasos lentos y con las manos guardadas en sus bolsillos, lo miró como si fuese  la imagen más interesante en el mundo pues no deseaba concentrarse en su verdadero objetivo.

Cuando juntó el valor suficiente para lo que seguía; tocó suavemente la puerta pero no hubo respuesta, repitió el mismo proceso varias veces pero tampoco fue correspondido, dudó por unos momentos mientras meditaba sus acciones pero decidió entrar de todas formas. Abrió lentamente la puerta y Jimin estaba acostado en su cama, totalmente dormido y con la boca entreabierta; fue inevitable no pensar el cómo sería amanecer con esa imagen frente suyo alguna vez, sacudió un poco la cabeza para alejar aquellos pensamientos y caminó a la cama. No era momento para sus mierdas cursis. Se puso de rodillas y observó a Jimin con detenimiento, tan calmado y pacífico, su expresión relajada y esas ligeras sonrisas que daba cada rato. Acarició con su índice las mejillas abultadas pero levemente pálidas del muchacho, sin darse cuenta comenzó a recorrer sus facciones de forma delicada con los dedos hasta llegar a sus labios, esos labios rosados que sólo pudo probar una sola vez.

Sin dudar se aproximó de forma lenta y cuidadosa al rostro del menor,  posó sus labios en los contrarios sorprendiéndose de lo bien que encajaban juntos, de lo perfecto que era ese tacto; no se movió ni un sólo centímetro y dejó sus labios estáticos sobre los contrarios disfrutando del fugaz momento. Los ojos de Jimin se abrieron lentamente para encontrar al pálido frente a él con los ojos cerrados y con una sensación rara en los labios, se separó lentamente, como si no creyera lo que sucedía,  y los ojos del pálido se abrieron con sorpresa, un sonrojo tortuoso atacó a ambos.

--- Jimin, yo... --- Nuevamente el pálido no tenía palabras pero fue interrumpido por el pelinegro cachetón inclusive antes de poder formular algún pensamiento coherente.

--- Hyung, creí ser claro cuando le dije que no se me acercara más.--- Se frotó los ojos y bostezó en el proceso, no era amenazante, era tierno.

--- Lo sé pero esto no puede quedar así, Jiminnie.--- Se reincorporó pero tomó asiento en un puff que se encontraba cerca de la cama, era un punto medio entre lo infantil y el profesionalismo.

--- ¿Así cómo? Usted y yo no fuimos nada y ahora no somos nada, seguimos igual.--- El tono de Jimin era neutral ahora que se sentía un poco menos dormido, le era algo nuevo al pálido ver ese semblante en el hermoso rostro del de manos pequeñas.

--- Antes éramos amigos, Jimin.--- Un silencio incómodo llenó el lugar. --- Tu sabes que así era.

--- Tal vez pero ya no más, ¡No me hace bien permanecer a su lado cuando... Bueno, no se puede.

--- ¡¿Por qué no se puede?!--- Contestó de forma rápida y agresiva, ahora fue turno de Jimin de quedar sorprendido por la respuesta.

--- Porque usted gusta de JungKook y no de mí.--- Apartó la mirada nervioso y de cierta manera nuevamente triste. El dolor es una sensación difícil de retirar en tan poco tiempo y aun se sentía insuficiente, no podía evitarlo.

--- Escucha, nunca hago esto  bajo ninguna circunstancia pero la situación lo vale más que cualquier otra, escúchame hasta que acabe, ¿Ok?--- Pidió con delicadeza.

--- Ok.--- El pálido agachó la cabeza tratando de no explotar por al forma en la que se le estaba hablando.

--- Antes fui un ciego, Minnie, un completo tarado que tenía a una persona maravillosa a su lado pero me enfoque tanto en JungKook que no lo noté y yo... Quiero decir...--- No, no buscaba otra manera de darle rodeos al asunto así que sólo...--- Lo lamento, de verdad lo lamento y quiero una oportunidad.--- Nuevamente devolvió su vista los ojos de Jimin pues en medio de su disculpa su rostro comenzó a moverse de un lado para otro como si buscara una salida.

--- ¿Para volver a ser amigos?--- Tentó.

--- No.--- Una sonrisa ladina se formó en YoonGi. --- Una oportunidad como algo más, sólo si tú así lo quieres, mi Minnie.--- Le tomó las manos con amor pero estas fueron retiradas casi al instante.

--- Yo, si quiero pero no puedo aceptar eso, Hyung.--- Le dijo totalmente adolorido.

--- ¿Por qué?

--- Porque he sido prisionero de este amor no correspondido por mucho tiempo y no pienso recaer cuando comienzo a ver por mi felicidad.--- Y era verdad, no pensaba volver a ser la mascota de un imbécil, tenía amor propio, era muy valioso como para hacerlo de nuevo.

--- Ya no sería "No correspondido", me gustas, me gustas demasiado.--- Lo miró incrédulo, era complicado creerle después de todo, YoonGi lo notó y trató de ampliar su explicación. --- Cuando me rechazaste en el baile, eso me dolió mucho, el pecho me ardía como si quemara, más que en otras ocasiones, incluso más que cuando JungKook era indiferente, a ti te quiero de una forma muy nueva, muy hermosa...

--- Conquísteme entonces. --- Interrumpió al pálido y eso realmente lo tomó por sorpresa. Se sintió orillado a preguntar.

--- ¿Quieres que te conquiste?

--- Sí, quiero que me demuestre que está arrepentido de verdad y que no es sólo una excusa para tener a alguien a su lado y así olvidarse de JungKook o incluso peor, tratar de darle celos.--- En su tono de palpaba la seriedad, sí, no bromeaba en ninguna de sus palabras pero tampoco es como que le molestase a YoonGi.

--- Bien, si eso quieres eso haré.--- Aseguró y con el dorso de la mano acarició sus mejillas que ahora tenían un ligero rojo carmín. --- Nunca he hecho algo así pero contigo puedo tratar, daré mi máximo.

Se levantó de su infantil asiento y caminó hacia la puerta no sin antes darle un tierno beso en la frente al que yacía en la cama. Esto apenas empezaba para él pero estaba seguro que valdría la pena, lucharía por Jimin.

--- Prepárate, bebé.

Ilusiones ~YM~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora