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Capítulo 18: El blanco te favorece mucho más.

P.O.V JAMES

-¿Te traigo un babero? -me preguntó Natalia con una sonrisa burlona en el rostro una vez que Lou se había ido a cambiar.

-Ni lo pienses. -le espeté.

-El que, ¿qué estas coladito por ella? -preguntó soltando una pequeña risa- Lo has pensado tú, yo no he dicho nada -dijo Nat.

-No me gusta. -repliqué molesto.

-Se te caía la baba viéndola vestida de novia. -explicó ella tranquilamente.

-¿Nos vamos? -preguntó Lou salvándome de tener que darle explicaciones a Natalia.

-Sí, que llegáis tarde, espero que te guste mucho el vestido -Dijo esto último dirigiéndose a Lou, esbozando una sonrisa traviesa. Lou y yo nos miramos sin entender nada, pero decidimos ignorarla.

***

Ya empezábamos a entender a lo que se refería Natalia con lo del vestido.

-Mi amiga se ha vuelto completamente loca -Exclamó-. No me pienso poner esto en público.

Lou se negó en redondo a salir del vestidor con esas pintas, la comprendía, pero cuando me metí en el vestidor la dependienta ya me miró con mala cara y no sé lo que se pensaría que estábamos haciendo, bueno, sí que creo saber lo que se pensaba y ojalá fuera así pero como no era el caso lo único que quería era salir de allí.

-El blanco te favorece mucho más. -susurré muy cerca del oído haciéndola estremecer.

Me encantaba ese poder que tenía sobre ella, pero es que me ponía hasta con ese espantoso vestido puesto.

-Aunque sin duda, como mejor te ves es desnuda. -musité mientras la empotraba contra la pared del pequeño vestidor.

-Me desnudaría para ti siempre que quisieras -comentó sobre mis labios.

-¿Enserio? -pregunté también sobre sus labios.

-No.-dijo y me dio una patada en mis partes íntimas.

-¡Loca! -grité por el dolor que me provocó el golpe-. ¿A qué ha venido eso?

-Se te veía muy complacido con la rubia de esta mañana para que ahora vengas a jugar conmigo. No juegues con alguien que se la jugó millones de veces por ti, recuerda que yo también se de tus puntos débiles. -me desafió.

No hacía más que sacar a Úrsula en cada conversación que teníamos, Úrsula era "la rubia", como la denominaba Lou. Conocí a Úrsula hace unos tres años saliendo de la universidad, me tropecé con ella pero nunca fuimos más que amigos.

Los celos de Lou me parecían tontos e innecesarios, simplemente porque si horas antes me había besado con Úrsula era porque es actriz y tenía que practicar el papel y su compañero de escena no volvería al país hasta llegado el último ensayo.

Y si un maldito beso se lo había tomado tan a pecho no quería saber de su reacción cuando se enterara que Úrsula va a ser mi acompañante a la boda de su mejor amiga.

-Después me negaras de que no estas celosa.

-Es imposible hablar contigo -exclamó exasperada mientras me daba la espalda para que le bajara la cremallera del vestido.

-Úrsula es mi acompañante para la boda de Natalia -solté, Lou dio por supuesto que Úrsula era "la rubia."

-¿¡Cómo!? -exclamó Lou, volviéndose de mirarse al espejo mientras se ponía los pantalones y encarándome-; No puedes, Dulce vendrá a la boda, tienes que ser mi pareja. -dijo Lou.