Capítulo 2: Me diste pena.

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P.O.V LOU

—¡Tú! —dijimos al unísono.

El me miraba sorprendido, mientras me escaneaba de arriba abajo, buscando a la niña tonta que había visto por última vez hacía ocho años.

*Flashback*

Corría por los pasillos y bajaba las escaleras como si la vida me fuera en ello, todo con el fin de llevar a cabo una promesa que me hice hacía poco menos de cuatro años, y tenía claro que aquel día no salía del instituto sin cumplirla.

Estaba solo, a unos metros de mí.

Llevaba pensando esto desde el día que lo conocí, pero nunca había estado tan cerca de hacer algo tan arriesgado y no me sentía lo suficiente valiente para hacer precisamente esto, pero, ¿qué podía perder?, no lo volvería a ver nunca.

Cuando lo alcancé le toque el hombro y no le dio tiempo a articular palabra cuando le besé.

Todo pasó muy rápido, pero se sentía tan bien que no hubiera pasado nada si aquellos actos hubieran sido lo ultimo que hubiera hecho en la vida.

Comenzó como un beso torpe, James parecía sorprendido por la situación, ¿quién no lo estaría? pero a los pocos segundos, se dejó llevar, mejor dicho, nos dejamos llevar, sin importarnos que estábamos en un pasillo y nos podía ver cualquiera, sin importarnos nada más que el otro.

Nos fuimos separando y le miré a los ojos, siempre amaré esos ojos verdes aunque no los vuelva a ver nunca más, y como nunca fui una persona valiente, salí corriendo, pensando que sería la última vez que los vería.

*Fin de Flashback*

Pero me equivoqué porque ahora mismo tenía esos ojos delante de mí.

Creo que nunca me he encontrado tan nerviosa como lo estaba en este momento, ni siquiera aquel día de verano lo estuve tanto. Puede notar como me empezaban a sudar las manos y aparecían esas ganas de desaparecer del mapa que tenía cuando me encontraba en este tipo de situaciones.

—Bueno chicos, ¿nos vamos? —Aquella voz me hizo volver a la realidad, miré a la propietaria, y como no, Clara me libraba del mal trago como había hecho innumerables veces más.

Se escucharon diferentes frases de afirmación hacia la pregunta de mi amiga, mientras comenzaban a preguntar la dirección de nuestro destino.

—Conozco esas miraditas, me debes una explicación, eh —dijo mi amiga con una sonrisa a lo que respondí con un gesto de afirmación con la cabeza y una sonrisa de agradecimiento, antes de salir juntas del local hacia el aparcamiento.

***

La casa rural era de lo más acogedora, solo tenías que mirar los muebles de madera y la chimenea que decoraban la estancia para notarlo.

—¿Quién es el primero que quiere elegir dormitorio? —preguntó Natalia mirando a todos los presentes.

—Creo que lo correcto sería que eligierais vosotros dos primero, ya que os habéis encargado de elegir el sitio —comentó Will. Al final me va a empezar a caer bien este tío—. ¿Os parece bien? —nos preguntó a los demás, todos estuvimos de acuerdo.

Y así fuimos repartiendo habitación a habitación hasta que solo quedábamos James y yo.

—Bueno, pues yo me quedo esta —dijo sonriendo de oreja a oreja al atribuirse la habitación más bonita y con mejores vistas por su cara bonita.

—¿Y eso de las señoritas primero dónde queda? —inquirí mosqueada.

—Yo no veo ninguna señorita, como mucho a una niñata quejica, ¿puedes por una vez aceptar que has perdido y quedarte calladita? —gruñó.

—Yo nunca pierdo —repuse más segura que nunca de mis palabras.

—Es verdad, que lo tuyo es más acobardarte y salir corriendo —dijo guiñándome un ojo y riéndose en mi cara.

—Pues seré todo lo cobarde que quieras, pero te gustó igual que a mí —repliqué con una sonrisa de lado, mientras me acercaba a él.

—Me diste pena —explicó con una sonrisa, mientras yo pensaba en como todos los capítulos de CSI que había visto miles de veces gracias a mi madre, me ayudaran a hacer que su asesinato pareciera un suicidio, porque sabía que algo en mi interior había muerto al escuchar aquellas simples palabras, y me las pagaría muy caro por aquello.

—Claro, igual que me tocaste el culo por pena esta mañana, ¿no? —contraataqué alzando una ceja mientras sonreía y seguía acercándome a él hasta llegar a envolver su cuello con mis brazos.

—¿Algo más gracioso que ligar con una fea solo para ver como cae rendida tus pies? —Siempre he admirado lo bien que mentía este chico, pero a pesar de eso nunca me lo he creído, yo no era como los inocentes de mis profesores.

—¿Soy fea? —pregunté acercando más mi cara a la suya. El asintió lentamente—, ¿tu nunca me volverías a besar porque soy fea no? —negó muy lentamente mirando mis labios, mientras nos acercábamos cada vez más, hasta rozar nuestros labios que nunca se llegaron a unir—. Una pena —dije sonriendo triunfal, separándome rápidamente de él y entrando con la maleta en la mano a la habitación de bonitas vistas, dejando a un muy confundido James en el salón.

Don't forget me/No me olvides [VERSIÓN DEFINITIVA EN AMAZON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora