Capitulo 3

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Robín se había levantado temprano y había ido a recoger unas cuantas frutas al bosque. Había dormido en el incomodo sofá de la estancia para poder tener vigilada toda la casa y sobre todo a la reina, quien aun dormía en su habitación. Robín le había pedido que dejara la puerta abierta después de cambiarse porque así podría vigilar si había algo extraño en la habitación.

La había observado dormir hasta que él se quedo dormido. Era hermosa, con ese rostro tan tranquilo.

Robín estaba cortando fruta en la cocina y alternaba la vista entre la ventana que tenía enfrente y sus manos.

Regina despertó y se levanto de la cama lentamente. Se asomo por el marco de la puerta y vio a su guardián en la cocina de espaldas a ella. Salió de la habitación en silencio y camino hacia la cocina

—Buenos días my lady — Saludo Robín antes de que ella llegara a su destino

—¿Cómo supiste que...?

—Su olor — Interrumpió él — Pude sentir su aroma

—¿Enserio? — Pregunto la reina con asombro

—Cuando tienes que esconderte y correr por tu vida, tus sentidos se desarrollan mucho más de lo normal — Robín se dio la vuelta hacia Regina y puso en la mesa dos platos de fruta — Muchas veces no puedes ver y tienes que escuchar, oler, hasta sentir

—Es muy impresionante — Dijo Regina sentándose a la mesa — ¿Podría enseñarme alguna vez?

—¿Enseñarle?

—Sí, a escuchar, a sentir a las personas por sus olores, y tal vez algo de defensa personal... Creo que hoy en día lo necesito un poco con alguien queriendo matarme

—No tiene por qué preocuparse por eso. Nadie le tocara ni un solo cabello mientras yo esté aquí... Pero no me parece tan mala idea que aprenda un poco

Regina sonrió complacida y puso un pedazo de fresa en su boca

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Después del desayuno, Robín tomo un pequeño morral y lo puso sobre sus hombros.

—Necesitamos ir al pueblo por unas cuantas provisiones — Informo él a Regina — Pienso que deberíamos quedarnos aquí por un tiempo y después avanzar cuanto podamos

—¿A dónde iríamos si nos vamos de aquí? — Regina se levanto de la mesa y se acerco a Robín

—No lo sé, tal vez a las afueras de algún pueblo o podríamos salir del reino

—¡¿Dejar el reino?!

—No se preocupe my lady. Tratare de protegerla lo más que puedo mientras estemos aquí, pero si es necesario la llevare a otro lugar

Los ojos de Regina se llenaron de lágrimas con la sola idea de dejar su hogar. Estaba asustada, más asustada de lo que había estado en toda su vida.

—Le prometo que no le pasara nada — Susurro Robín acercándose a ella. Podía notar el pánico en los ojos de la reina — Ahora, póngase esto — Robín coloco su capa sobre los hombros de Regina — Así no nos arriesgaremos a que la reconozcan tan fácilmente — Él le coloco la capucha en la pequeña cabeza.

La capa ocultaba su pequeño cuerpo y su rostro perfectamente, sería difícil que alguien la reconociera

En el pueblo, Robín compraba todo lo que creía que podrían necesitar. Cora le había dado el dinero suficiente para sobrevivir por lo menos 3 meses sin apuros, después de ese tiempo ya vería como le hacía para que la reina no pasara hambre.

Regina no se despegaba de Robín, siempre iba a su lado y miraba a los demás con desconfianza, como si temiera que en cualquier comento la fueran a atacar.

Robín guardo las compras dentro del morral y dejo una manzana afuera

—¿Le gustan las manzanas? — Preguntó a la reina

—Mi fruta favorita

Robín le dio la manzana a Regina y ella la tomo con una sonrisa

—Creo que ya nos podemos ir, ya tengo todo lo que podríamos necesitar

Regina asintió y le dio un pequeño mordisco a la manzana.

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Robín le hizo una señal a Regina para que comenzara a caminar y el la siguió. Solo lograron dar cinco pasos cuando Robín se detuvo y tomo del brazo a Regina para que hiciera lo mismo

—¿Qué pasa? — Pregunto ella confundida

—Creo que nos están buscando — Respondió él señalando al grupo de hombres a unos metros de ellos — De la vuelta lentamente, tomaremos otro camino

Regina hizo lo que su protector le indico pero no fue muy efectivo. Escucho como los hombres gritaban y como los ojos de Robín se abrieron como platos.

—Cambio de planes — Robín tomo la mano de Regina haciéndola tirar la manzana y comenzaron a correr

Robín corría lo más rápido que la reina le permitía, pero sabía que no sería suficiente para perder a los hombres que corrían detrás de ellos. Él comenzó a tirar los barriles que se encontraban a su paso para tratar de retrasarlos mientras el escuchaba las quejas de los dueños de los puestos.

Podía notar como Regina iba disminuyendo el paso, estaba cansada. Volteo hacia atrás y vio que algunos de los hombres habían dejado de perseguirlos. Él corrió hacia un callejón y tomo a Regina entre sus brazos pegándolo a su cuerpo.

Los hombres pasaron de largo sin darse cuenta de su escondite. Regina se había quedado helada entre los brazos de Robín y su olor a bosque.

—¿Se encuentra bien my lady? — Pregunto él con la respiración agitada

—Si... solo cansada — Respondió ella mirándolo a los ojos

Así se quedaron por varios segundos, mirándose el uno al otro. Robín tomo un mechón del cabello oscuro y sedoso de Regina y lo puso tras su pequeña oreja. Regina desvió la vista haciendo volver a Robín a la realidad

—Regresemos a la cabaña.

Cuidarte el alma - Outlaw QueenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora