Cuidarte el alma - Outlaw Queen

Capitulo 5

Ahí estaba ella, sentada en un tronco a la mitad de la nada.

Robín soltó todo el aire que tenía contenido y sus músculos se relajaron. Camino hacia ella guardando las flechas y colgándose el arco en los hombros.

—¡¿En que estaba pensando?! — Pregunto el ladrón acercándose a ella — No tiene idea del susto que me dio, ¿Cómo se le ocurre irse sin decir nada? Sabe que la están buscando, pensé... pensé lo peor.

Regina no respondió nada ante los reclamos de su guardián. Simplemente estaba ahí sentada con la vista perdida en el suelo. Robín se acerco a ella y se sentó a su lado, se tranquilizo y cambio su tono desesperado por uno más tranquilo.

—¿Está todo bien? — Pregunto él

—Solo necesitaba pensar un poco — Respondió la reina en un susurro — No puedo comprender quien quiere hacerme daño.

—Tal vez alguien que quiera lastimar al rey y decidió que usted era el mejor medio para hacerlo.

—No lo creo. Si ese hubiera sido el motivo hubieran elegido a su hija no a mí.

—¿Por qué piensa eso? — Pregunto él con curiosidad

—Yo no soy importante, si yo muero el rey puede conseguir a otra reina — Dijo Regina sin darle mucha importancia al asunto

—Pero él se preocupa por usted. Yo mismo vi lo angustiado que estaba aquella noche

—Claro que se preocupa. El me tiene cariño, pero no me ama lo suficiente como para desmoronarse si me pasa algo

—Bueno, ahora sabemos que usted y yo tenemos algo en común — Aseguro Robín tratando de cambiar de tema. Regina lo miro confundida y él sonrió — Ambos veníamos al bosque para aclarar nuestros pensamientos.

Regina sonrió y lo miro fijamente a los ojos

—Perdón por irme así sin decir nada... Solo quería estar un momento a solas.

—La próxima vez, puede hacerlo más cerca de la cabaña y conmigo sabiendo donde está. Es más seguro para usted my lady

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Regina se sentó a Robín en el sofá dándole un vaso con jugo de naranja.

—Un gesto de disculpa por lo que paso hace rato

—No tiene porque — Robín tomo el vaso de jugo y le dio un sorbo — Solo pido que me haga saber cuando quiera ir a algún lado... Tampoco se trata de tenerla encerrada todo el día, solo de mantenerla a salvo.

—Ya estoy acostumbrada a estar encerrada. El castillo es una prisión para mí, con comodidades claro, pero no puedo salir a ningún lado al menos que sea para acompañar al rey. — Regina resoplo — Lo más lejos que he podido llegar sola es el jardín del castillo.

—Debe ser muy difícil tener una vida así

—Te acostumbras... ¿Y qué me dices de ti?

—¿De mí? — Pregunto el ladrón arqueando una ceja — No mucho. No tengo familia solo un grupo de hombres que "trabajan" conmigo. No tengo un lugar estable y llevo una vida lo más tranquila posible

—No creo que el ser perseguido por la guardia real cada día se considere como tranquilo — Comento Regina con una sonrisa

—Supongo que yo también ya estoy acostumbrado