Capítulo 13

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Se besaron apasionadamente una y otra vez, separándose solo cuando el aire les faltaba. Regina comenzó a sentirse realmente agotada y hundió su rostro en el cuello del ladrón.

Robín sonrió y le acaricio el cabello mientras ella se acomodaba a su cuerpo para dormir. Él cerró los ojos y recargo su barbilla en la cabeza de Regina.

Esa noche, Regina no había tenido pesadillas y el dolor de la pierna de Robín había desaparecido. Era como si el estar juntos fuera la mejor medicina para ambos.

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Cuando Robín despertó busco a Regina con la mirada pero no la encontró. Se levanto lentamente de la cama y camino hacia la sala.

En la cocina pudo observar a Regina preparando el desayuno y sonrió.

—Buenos días — Saludo ella y se acerco para darle un beso en los labios — El desayuno está casi listo.

—Me vas a mal acostumbrar con tantas atenciones — Robín se sentó a la mesa mientras Regina ponía un plato con fruta frente a él.

Regina le sonrió y se sentó al lado de su guardián.

No era solo por decirlo, él se podía acostumbrar a eso.

Despertar con Regina a su lado, desayunar juntos, pasear juntos, besarla hasta que sus labios se cansaran, dormir con ella entre sus brazos. Podía acostumbrarse a vivir una vida con ella.

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Días después...

Robín había preparado la cena, había encendido velas y esparcido pétalos de rosa por la mesa y él suelo.

Cuando Regina salió de la habitación se quedo con la boca abierta ante semejante sorpresa.

—My lady — La saludo Robín — Pase por favor.

Regina camino hasta la silla que Robín estaba sosteniendo y se sentó dedicándole una sonrisa.

—¿A qué debo el honor de esta hermosa sorpresa?

—A que estamos juntos — Respondió el sentándose a su lado.

—Definitivamente ese es un buen motivo.

Durante todos los días que habían pasado juntos Robín se había dado cuenta de una cosa: Regina era la mujer que él había estado esperando. Y quería demostrárselo día con día.

—Está pensando que tal vez mañana podríamos hacer un viaje al pueblo — Comento Robín — Ya hacen falta algunas cosas y me parece necesario salir un poco de nuestro encierro.

—Me parece bastante bien... La verdad es que necesito salir y caminar un poco y si es contigo mejor.

El ladrón sonrió, tomo la mano de la reina y la beso dulcemente.

Regina se sentía tan feliz de tener a Robín a su lado. Cada vez que lo tenía cerca sentía como su corazón se aceleraba. Cuando la besaba su mundo simplemente se detenía y sentía que un abrazo suyo juntaba todas las partes rotas.

La cena transcurrió tranquilamente, Robín le conto algunas historias divertidas sobre su viajes y aventuras. Regina disfrutaba escucharlo, conocer de su vida. Robín sentía una felicidad inmensa cada vez que escuchaba a Regina reír.

Regina ayudo a Robín a recoger la mesa y poner todo en su lugar.

Robín deslizo sus brazos sobre la cintura de la reina para atraerla hacia él. Regina enredo los brazos alrededor de su cuello y lo beso en los labios con dulzura y después le dedico una gran sonrisa.

Cuidarte el alma - Outlaw QueenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora