—Se ha escapado su majestad — Informo uno de los guardias.
Regina apretó los dientes sin dejar de mirar por el balcón.
—Quiero que la encuentren... No importa lo que tengan que hacer.
Snow White no se saldría con la suya. Regina la iba a encontrar y la iba a hacer pagar por destruir su felicidad dos veces. Esa niña necesitaba una lección.
La reina puso las manos en su vientre mientras daba un suspiro. Lo único que la hacía feliz era saber que tendría a su bebé aun después de que Robín la hubiera abandonado. Esa era la única razón para sentirse viva y feliz.
Cora entro a la habitación mientras los guardias salían. Camino hasta Regina y se detuvo a unos pasos de ella.
—Regina... Acabo de recibir una carta del rey George — Informo Cora — Quiere saber tu respuesta acerca del matrimonio con James.
La reina se volvió para mirar a su madre y respiro profundo antes de hablar.
—Ya te dije que no me voy a casar madre... No necesito a un hombre a mi lado para ser reina.
—Pero Snow White...
—No tienes que preocuparte por ella — Interrumpió Regina — Snow White no será ningún problema... La reina soy yo. Y nadie va a cambiar eso.
Cora sonrió complacida ante la actitud de Regina. Su hija se había convertido en lo que ella siempre había querido. Su hija era la reina del bosque encantado.
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Snow había escapado del castillo con la ayuda de David. Regina la había encerrado en su habitación desde aquel día en que le dijo que la destruiría. La princesa no tenía idea del porque su madrastra estaba molesta.
David la había llevado a su casa, pero la princesa aun tenía miedo de ser encontrada. Los guardias no dejaban de rondar por el pueblo en su búsqueda y sinceramente también tenía miedo de lo que le pudieran llegar a hacer a David por su culpa.
—Tienes que comer algo — le pidió él con ojos suplicantes.
—No tengo hambre — Respondió la princesa con la voz entrecortada.
—Veras que todo se va a solucionar Snow.
—No es tan fácil David... Regina está molesta conmigo y no sé por qué. No sé que hice para que se enfadara tanto como lo hizo.
—Tal vez ese seria nuestro primer paso. Tratar de averiguar porque está molesta contigo.
—Tengo miedo — Susurro Snow con lágrimas en los ojos.
David se acerco a ella y la rodeo con sus brazos. La abrazo fuerte pegándola a su pecho tratando de tranquilizarla.
—Todo va a estar bien — susurro él acariciando su cabello — No voy a dejar que nadie te haga daño.
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3 meses después...
La noche estaba comenzando a caer y los primeros días de invierno estaban llegando. La habitación estaba iluminada con velas y el aire agitaba la luz que proporcionaban.
Regina estaba recostada en la cama con la frente llena de sudor, tomada de la mano de su padre y sintiendo el dolor de las contracciones. La partera había llegado pero aun no era el momento de recibir al bebé.
Hace unos minutos, la reina no se esperaba esto. Estaba hundida en sus pensamientos tratando de idear un plan para por fin atrapar a Snow White. La princesa había escapado y desde ese día nadie la había visto.
Regina dejaba escapar un grito cada que una contracción se apoderaba de ella. Cora sentía como su hija apretaba su mano y la miraba con ojos suplicantes como pidiéndole que detuviera el dolor.
—Es hora su majestad — Informo la partera.
La reina se aferro a sus sabanas con las dos manos y soltó un grito mientras pujaba.
Cora se alejo de la cama tratando de no mirar a su hija. Sabía que ese bebé seria la luz en la vida de Regina, tal vez esa luz que la apartaría de su la oscuridad a la que estaba entrando.
La reina pujo otra vez, y otra más. Sintió como si el alma se le saliera del cuerpo y solo pudo escuchar a la partera diciendo:
—Es un niño.
Su vista se ennegreció y perdió el conocimiento sintiendo su cuerpo relajado.
Regina abrió los ojos lentamente, parpadeaba una y otra vez para aclarar su vista. Sintió como el viento helado acariciaba el sudor de su frente y le llenaba los pulmones.
La reina busco a su pequeño hijo por la habitación, quería sentirlo, verlo y grabar su rostro en la memoria. Cora estaba sentada a su lado, la partera se había ido y no veía a su bebé por ningún lado.
—¿Dónde está mi hijo?
—Regina... Necesito que tomes esto con calma — Respondió Cora tomándole la mano.
—¿Dónde está? Dímelo de una vez mamá — Pregunto la reina con desesperación.
—Lo siento mucho hija pero... El niño nació muerto.
Los ojos de Regina se llenaron de lágrimas y un nudo en su garganta comenzó a formarse. Se incorporo lentamente hasta quedar sentada y pasó la mirada por toda la habitación una vez más.
—Eso no puede ser... ¡No puede ser!
—Quisiera que no fuera cierto — Cora bajo la mirada a sus manos nerviosas — Pero lo es.
—No, no, no, no — Repetía Regina para sí misma.
—Lo siento hija.
Cora salió de la habitación lo más rápido que pudo. La reina se abrazo las piernas y dejo que sus lágrimas cayeran.
La única luz que había en su vida se había desvanecido para siempre.
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Regina paseaba de un lado a otro con impaciencia. No había tenido el coraje de salir de su habitación en varios días, pero ya había tomado una decisión.
Una nube de humo gris apareció frente a ella impidiéndole dar un paso más y la risa característica del oscuro se hizo presente.
—¿Me ha llamado su majestad? — Saludo él haciendo una reverencia sin quitar aquella sonrisa altanera de siempre — ¿En qué puedo servirle?
—Quiero que me enseñes magia — Respondió Regina decidida.
—¿Y a que se debe tu cambio de opinión querida? — Pregunto Rumplestilskin en un tono divertido — Si bien lo recuerdo, tú me dijiste que jamás te enredarías con la magia.
—Eso no te interesa.
—Claro que me interesa querida. Quiero escuchar por qué la reina decidió dar un paso hacia el lado oscuro.
—Creo que es obvio... Ya no hay luz en mi vida —Confesó la reina mientras su voz se quebraba — Ya no tengo nada que perder.
El oscuro camino alrededor de la reina y se detuvo en su espalda acercándose a ella dejando solo centímetros entre ellos.
—¿Estás segura de esta decisión?
—Sí... Lo estoy.
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Cuidarte el alma - Outlaw Queen
RomanceLa reina esta en peligro y solo un hombre podrá protegerla, aunque por ella tenga que dar su vida... Outlaw Queen Una historia de amor que sacudirá al reino #OutlawQueen #OnceUponaTime