Me enamoré de la hermana de mi esposa

me perdonas?.

Su vista comenzaba a nublarse conforme avanzaba, sus lágrimas seguían acumuladas en sus bellos orbes azules, pero no lloraría más, menos frente a su hija.

-Me alegro de que porfin estemos en la Tierra, tienes frío Goko?-la pequeña copia de la mujer sonrío con ternura mientras negaba con la cabeza, ella limpia sus lagrimas con la ropa que aún tenía sucia, una energía se acerca a ella, no pasó unos dos segundo cuando Gohan ya estaba a su lado.

-Todo bien, mamá?-habló con suavidad en su voz, lo que menos quería era que ella se enfureciera o algo por el estilo.

-Creo que no fue buena idea venir a Japón-soltó derrepente.

-Te arrepientes de estar con papá?-preguntó Gohan mientras Goko estiraba sus brazos hacia su hermano.

-Papi-gritó ella, Gohan soltó una risa, la pequeña Goko tenía a Gohan reconocido como su papá, cosa que no era verdad, pero ella ya se había acostumbrado a ello.

-Si hubiese sabido que tenía que pasar por esto, no hubiese venido, estoy agradecida de tener a Goko, ella es mi vida, pero Goku...el nos dejo por un largo año! No vio crecer a Goko no le importó al igual que con Goten, no piensa en nosotros!-dijo ella empuñando sus manos, estaba furiosa, y su pecho sentía un hueco.

-Se que mi papá a cometido muchos errores, pero el lo hace para protegernos, debes comprenderlo, ahora estará junto a nosotros y estoy seguro de que no se irá más-dijo Gohan tratando de convencer a ___, ella sólo sonrió, ya pronto estaban llegando a la cuidad, la pelinegra tomó a su hija en brazos nuevamente.

-Gracias por tus consejo, nos vemos luego-se despidió con una sonrisa, Gohan sólo se rasco la nuca con pesadez.

-Está vez si estás en graves problemas papá-suspiro Gohan mientras tomaba rumbo hacia su hogar.

Apareció en la casa, la cual compartía con la ojiazul, muchas cosas estaban cambiadas, había muchas fotos de __, Goko, Goten y Gohan juntos como una familia, unos peluches por los suelos, unos juguetes para bebé y muchas cosas más, se encaminó hacia su habitación, ahora sólo había una almohada grande y una pequeña, supuso que ___ dormía con Goko.
Sintió el Ki de ella, no le tomó importancia y siguió observando lo demás.

-Que haces aquí- habló con voz gruesa y firme, había dejado a su hija en la sala jugando con sus muñecas.

-Es mi casa, aquí vivo contigo-respondió él mientras daba unos pasos hacia ella.

-Vives aquí? Ja Goku dejaste de hacerlo hace un año, yo ahora vivo solamente con Goten y Goko-respondió con frialdad, es obvio que no lo iba a perdonar tan fácilmente.

-Porfavor linda, solo fue un año, no es mucho-dijo el tratando de ser bromista.

-Estupido-dijo ella volviendo a la sala para seguir con su día, pero dio unos pasos regresando a donde estaba él, solamente para-por cierto, gracias por habernos salvado, se nota que tú poder de pelea incrementó bastante-formó una pequeña sonrisa y siguió con su camino devuelta, dejándolo sólo, Goku se sentó sobre la cama.

Como iba a hacer para qué ella lo perdonara?

-Ya se! iré a traerle unas flores, seguro así me perdonara-dijo sonriendo, colocando sus dedos en la frente, adentrandose en el bosque, mientras la ojiazul regresaba a la habitación con Goko en brazos.

-Se fue de nuevo, bueno Goko, vamos a darnos un baño-la mujer sonrió con dulzura mientras la bebé soltaba unas carcajadas.