Epílogo.

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Han pasado unos cuantos años desde que Son Goku y yo nos casamos, él salía todos los días a entrenar y regresaba por la tarde para pasarla en familia, Goko le volvió a tomar cariño a su padre, aunque al inicio todo era un desastre entre nosotros.

Hoy es un día especial, pues hoy se cumplían esos años de matrimonio. Con ayuda de Goten logré a sacar a Goku de la casa para poder prepararle todo para una romántica velada, aunque no fue mucho problema en ello. A mí vista hay varios platillos que vaya que me costaron hacer, aún no me acostumbraba al apetito saiyajin.

Las horas pasaron rápidamente, ya la luna había hecho su presencia. Tocan la puerta, logro reconocer el Ki.

Mis manos tiemblan, tal como la primera vez que le dije aquello.

Arreglo mi vestido color azul.

Abro la puerta y le sonrio, me muestra una sonrisa y rascándose la nuca.

—Hola ___, ¿Goten no ha llegado?—Pregunta, yo niego y m hago a un lado para que el pase—Me dijo que se quedaría con Trunks y no sé por...—Se queda callado al ver algunas velas encendidas y un enorme banquete.—¿Y ésto?

Me acerco y lo abrazo, coloco mi cabeza en su pecho.

—No cabe duda que se te olvida todo Goku, hoy es nuestro segundo aniversario—Veo como los ojos de Goku se agrandaron notablemente, ya me había acostumbrado a su comportamiento ante estas cosas.

—¡Diablos! Tan rápido y no me dí cuenta que era hoy—Dijo más para si mismo que para mí. Entonces sí se acordó.

—No importa, ven vamos a cenar juntos.

—Y Goko?...—Pausa—Ah! Con que todo lo tenias planteado, con razón Goten quería seguir entrenando a pesar de ya haberse agotado.

—¿Tiene algo de malo ésto?

—Claro que no—Toma mis mejillas en sus manos y me besa en los labios, tira de mi labio inferior suavemente. Sonrio ladeante.

•••

Sus besos tocaban la piel de mis hombros y cuello, metía sus manos por debajo de mi blusa, logrado así llegar a mis pechos y apretarlos levemente.

Tenía que detenerlo.

—Ah...Goku—Susurro débilmente, sus manos acarician mi piel sensualmente, mueve las caderas y nuestras intimidades chocan.

—¿Ya quieres que lo haga?—Su tono de voz cambió a una de seductor, mordí mi labio inferior.

—N-no!—Estrujo su camisa azul en mis manos, el suelta una risa—De-detente por favor...

Escucho soltar un suspiro y verlo de pie fuera de la cama, su rostro parecía de un niño berrinchudo que no consiguió un dulce.

—¿Sucede algo?—Se acerca y acaricia mi mejilla.

Tomo su mano con la mía y deposito un beso sobre sus nudillos, un sonrojo aparece en sus mejillas, dirijo su mano a mi pecho, cerca de mi corazón para que sientas mis latidos, bajo un poco mas y su mano toca mi abdomen.

—¿Estás haciendo mas ejercicio? Tu abdomen se siente muy duro—No puedo evitar rodar los ojos y soltar una risa. Goku no perdería ese toque inocente.

—Un nuevo guerrero estará entre nosotros muy pronto.

—¿Un nuevo guerrero?

—O guerrera, eso se sabrá con el tiempo—Aguanto la risa al ver que Goku no comprendía mis palabras.

—Pero ___, de qué estás...—Se calla repentinamente, una risa nerviosa surge de sus labios.—¡Por Kami eso es genial! No sabes lo feliz que me haces—Besa mis labios repetidas veces y por último me abraza por la cintura y acaricia mí vientre aún plano.

—¿Alguna vez pensaste que te enamorarías de la hermana de tu esposa?—Entrelazo su mano con la mía y acaricio sus mejillas.

—Ni siquiera sabía de tu existencia. ___ te agradezco que hayas venido aquí a Japon, de lo contrario no te hubiese conocido y no me sentiría tan felíz como ahora. Te amo.

FIN

Me enamoré de la hermana de mi esposa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora