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Harry junto a Liam caminaban sobre el bosque, habían logrado escapar sin que ningún guardia los viera. Fue muy difícil, pero lo habían logrado.

Regresaron al lugar donde habían visto por última vez al moreno, lo buscaron cautelosamente, no querían encontrarse a mas guardias. Siguieron su búsqueda por unas horas más, hasta que se toparon con un guardia y no tuvieron mas remedio que esconderse arriba de un árbol, después de todo ya era tarde  y debían dormir.

...

El primero en despertar fue Liam y media hora después Harry despertó, ambos bajaron del árbol y nuevamente siguieron en la búsqueda del moreno.

Harry soltó una risa escandalosa, frente a él estaba Liam colgando de un pie. Había caído en una trampa.—Eres un imbécil, Liam. Además no sé como te aguanta esa cosa si estas bien gordo.—El oji-verde volvió a carcajear aún más fuerte mientras se tomaba el estómago.

—Callate, estúpido. No le veo la gracia, deberías bajarme y dejar de reírte como una maldita hiena. —Rodó los ojos mientras se removía tratando de alcanzar la soga y así poder librarse.

—No son mas de las ocho de la mañana y tú ya cometiendo estupideces. Cada día me sorprende más, gordo.

Al final Harry había bajado a Liam, cayendo el último al suelo y quedando con un gran dolor de cabeza, mientras Harry todavía reía.

Caminaban por todo el bosque con mucha precaución, hasta que llegaron a un pequeño río una hora más tarde. Decidieron caminar contra la corriente aún con la esperanza de encontrar al moreno y largarse a ser felices con su corona. Finalmente llegaron al final del río, el cual desbordaba en una pequeña cascada de rocas. Ambos se miraron y frustrados se sentaron cerca del río.

—Liam, ¿Qué piensas hacer cuando tengamos la corona y seamos ricos?

—Llenarme de muchas mujeres lindas.

Harry solo rodó los ojos y le propuso al de ojos café cruzar el río, lo cuál aceptó después de unos minutos. Cruzaron el río con algo de dificultad ya que la corriente los arrastraba, finalmente cuando lograron salir volvieron a caminar sin rumbo algunos. El de ojos verdes notó dos cuerpos tirados en el césped por lo que le hizo una señal a su compañero. Ambos se acercaron con mucha precaución notando a un chico con largos cabellos.

—Oh mira a quien tenemos aquí, Liam. —El de ojos verdes habló, despertando al chico de cabellos dorados.— Creo que podremos divertirnos por un rato, bonita princesa. —Sonrió coqueto mientras caminaba al rededor de él, Liam solo miraba todo con gracia.

El chico de ojos azules se asustó y empezó a buscar al moreno con la mirada, al no encontrarlo se paró y trató de correr.

—Oh no, tú te quedas aquí —Harry logró pisar un gran mechón de cabello rubio haciendo que el dueño de él quedara atrapado.

—Creo que ya es suficiente, Harry, vámonos —Liam habló esta vez al ver como el rubio casi llorando trataba de zafarse de Harry, negó y se encaminó para poder empujar al oji-verde.— Vámonos, Styles

—¿Pero a donde van, pedazos de imbéciles? —Una voz muy conocida para ambos se escuchó, los dos chicos castaños se voltearon encontrando al moreno.—Deja al chico, Harry. —Enojado se dirigió a ambos chicos y los empujo logrando que soltara el cabello del rubio.— ¡No lo vuelvas a tocar! —Gritó enojado, al notar lo que había echo se hizo el loco y le entregó al rubio el sartén  que horas antes había tomado para buscar comida.

Todos se quedaron en silencio y esta vez el rubio habló. —Gracias, Zaynee —Murmuró sonrojado y agradecido por lo que antes había echo el moreno.— ¿Se conocen?

Los otros tres solo se quedaron callados, asintieron y como los amigos que eran se abrazaron, el rubio confundido tomó a Pascal y lo abrazó notando como los otros chicos abrazaban a su chico. Negó alejando aquellos pensamientos del moreno y por un momento sintió celos de los otros tipos que por el momento no conocía.




Enredados [Ziall] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora