Sammy Wilk

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N/A: No sean lectores fantasmas, por favor voten , y comenten si así les parece ♡

—Te quiero —susurra él acercándose demasiado a mi oído, causándome una sensación de electricidad que recorre mi espina dorsal completa—. No sabes cuanto —añade y entrelazando nuestras manos, acaricia mis nudillos.

Me recuesto en el pecho desnudo de Samuel y él estira la mano libre para alcanzar mi cabello, comienza a enredar sus dedos en este y masajea dando caricias que me hacen querer fundirme con él y quedarme así para siempre.

—Te amo —murmura. Me besa la coronilla de la cabeza y acomodándome, deposita un casto beso en mi frente—. No sabes cuanto.

Las caricias de su parte en mi cuero cabelludo me hacen sentir en el cielo, flotando entre las nubes, volando con el aire fresco frotándome el rostro.

—Eres única, una en un millón. ¿Para qué mirar a las demás si tú eres lo que necesito para mi vida? —se cuestiona a sí mismo.

Por un momento, deja de lado las caricias y traslada su mano hacia un costado, los dedos pasándose por las costuras de mi camisa, deslizándose por los pantalones hasta alcanzar mi muñeca.

—Como quisiera pasar el tiempo así contigo todas las semanas así: yo demostrándote cuánto te quiero y diciéndote cosas lindas que puedan alegrarte el día —dice mientras entrelaza nuestros dedos, los nudillos siendo tocados por los suyos con delicadeza en un intento contacto, afecto amoroso—. Mi objetivo en la vida es ese —añade y le observo cerrar los ojos a la vez que inspira con tranquilidad—, complementarnos hasta el punto de querernos tanto que no sólo nuestros corazones lo sientan, que también experimenten esa sensación nuestras piernas, brazos, e incluso los mechones que cuelgan de tu preciosa cabellera. Suena bastante ridículo, pero más patético me veo tratando de explicar un término como el amor cuando es más fácil aplicar el modo dinámico y práctico.

Y por último, él me acomoda bajo su brazo y posa su frente contra la mía. Lo siento aspirar, como si estuviese olfateando el rededor.

—Perdóname, adoro tu ser demasiado como para olvidar cómo huele el amor de mi vida —se disculpa, una sonrisa extendiéndose por sus finos labios. ¿Es normal desear lanzarse sobre Sammy y así besarlo no queriendo apartarse por temor a que no se repita? Eso deseo yo ahora mismo, abalanzarme y besarlo hasta que quedarme con cero respiración en los pulmones pero sin morirme primero.

—Te amo —confieso, aprovechando la instancia en la que se queda callado.

Él se limita a sonreír y disfrutar de los cosquilleos que le causan los besos que deposito en nariz, mejillas y finalmente, labios.

—¿Quieres algo de comer? —pregunta de repente, abriendo los ojos con lentitud.

Yo suspiro, admirando su mirada.

—Déjame te cocino yo —replico, incorporándome en la hamaca.

—No —dice él—, es decir, estamos en las Bahamas, te invito a una cena de lo más romántica conmigo —Su cara enrojece, las mejillas ruborizándose de a poco—. Ya que te arruiné una de las sorpresas, permíteme impresionarte con las demás.

Mis ojos brillan. Rutilan en un destello de amor inigualable.

—Bendito sea el día en el que conocí a Samuel Wilkinson.

perdón por no haber podido subirlo antes, fue un año bastante ajetreado pero de todos modos, no es excusa. ¡disculpa!

éste one shoot va dedicado a jazaylen, espero que te hayas gustado.

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One Shots {2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora