Call me Daddy ❣ Choi SiWon ❣

Dinner

Salí de la habitación luego de vestirme. Él me esperaba fuera de esta ya con ropa casual, se veía increíblemente sexy.

—¿Ya comiste? —Habló mientras despeinaba su cabello.

—No señor.— Respondí casi inconscientemente mientras acomodaba mi blusa.

- ¿Señor? —Enarcó una ceja y sonrió burlón.

- Lo siento, la costumbre.

- De verdad que te educaron bien.

- Mi madre... —Respondí bajo.

- Hablando de eso —se reincorporó mejor— ¿puedo preguntar...?

Negué con la cabeza rápidamente.

- Okay, okay —alzó ambas manos en señal de paz— no preguntaré.— Se asomó por las escaleras—. Bien, este es el plan —se volteó hacía mi— como no has comido, bajarás y le dirás a Eun Ri que te dé de comer

- Por favor —lo interrumpí. Él me miró con una mueca—. Las cosas se piden por favor —aclaré. Él rodó los ojos.

— Bien, vas abajo le dices a Eun Ri que te dé comida, por favor —lo último lo dijo con un tono de voz gracioso— te sientas en la mesa y comes. De lo otro me encargo yo, ¿okay?

Asentí poco convencida. No sabía que iba a hacer.

Bajé las escaleras lentamente, volteé a verlo y me hizo señas para que me diera prisa, asentí y bajé con un poco más de prisa.

- ¡Hola! —Eun Ri venía saliendo de la cocina, secaba sus manos en el pequeño delantal.

- H-hola... —No quería molestarla.

- ¿Qué necesitas, linda? —Sabía que no era muy mayor, de hecho no se veía mucho más grande que yo, pero transmitía el calor propio de una madre.

- ¿P-podría pedirte algo de cenar? — Abrió mucho los ojos y comenzó a carcajearse.

- ¡Por supuesto que sí, linda! Puedes pedirme lo que quieras y no creas que me va a molestar, para eso estoy. Siéntate en donde quieras en la mesa, enseguida voy.

Asentí con un sonrisa y caminé hasta la mesa dando saltitos. Tomé asiento en la primera silla que vi. Comencé a balancear los pies mientras esperaba la comida. Alguien entró al comedor, volteé la cabeza para saber quién era.

- Señorita Kat —Jung Soo hizo una reverencia— lamento interrumpir su cena, prometo que no tardaré mucho—se acercó a uno de los muebles y comenzó a pulir los adornos con un pequeño trapito—. El joven nos ordenó a Eun Ri y a mi limpiar estos adornos, espero no molestarla.

Negué repetidas veces con la cabeza.

- No me molesta para nada, por favor tómate tu tiempo.— Ambos sonreímos al mismo tiempo.

Eun Ri llegó a los pocos segundos con diferentes platillos, la típica comida coreana.

- Provecho —sonrió mostrando sus preciosos dientes.

- Muchísimas gracias.—Sonreí en grande al ver tantísima comida, la verdad es que tenía mucha hambre.

Estaba apunto de comer cuando sentí algo rozarme las piernas. Solté un gritito agudo y de la sorpresa dejé caer uno de los palillos. Ambos chicos voltearon a verme con sorpresa.

- L-lo siento —moví mis manos en el aire para restarle importancia— sentí algo, pero no era nada.

Ambos sonrieron débilmente.