Call me Daddy ❣ Choi SiWon ❣

Mr. Jong

Bien... ¿Ahora qué mierdas iba a hacer? Estaba en un parque en yo no sé dónde, sin dinero, sin celular y totalmente mojada.

Hora de evaluar las opciones.

Ni loca iría corriendo trás él. Descartada.

No podía ir a donde Hye Jin porque no sabía ni donde vivía. Descartada.

Si me quedaba durmiendo en el parque, posiblemente me violarían y robarían. Descartada.

Solté un enorme suspiro al no encontrar una opción viable. Pero sé que Dios es bueno y nunca me deja sola.

— ¡Gato! —Me sobresalte al escuchar su voz.

— Oh... —me puse de pie en un rápido movimiento— joven Jong Hoon.— Iba vestido con ropa casual. Unos vaqueros, un jersey de dos colores y unas botas café algo altas.

— ¿Joven? —rió— Vamos, me haces sentir mal. ¿Acaso no somos cercanos?

Reí algo incómoda.

— Claro que sí... —Sonreí.

— ¿Qué haces aquí sola?

— Larga historia —suspire.

— ¡Estás toda mojada! — Corrió hasta mi lado y se quitó su jersey para luego ponermelo sobre los hombros.

— ¡Oh no, no! —me quité el jersey tan rápido como me lo puso— lo arruinare —lo extendí hacía él.

Él me miró perplejo para luego estallar en carcajadas.

— ¿Crees que me importa? Me importa tu salud, no un estúpido jersey.

— P-pero... —se veía demasiado costoso.

— Pero nada —me arrebató el jersey y volvió a ponerlo sobre mis hombros—. Tienes que secarte. ¿Te llevo a casa?

Bajé la cabeza y sonreí débilmente. Ahora me daba cuenta de que nunca tuve lo que muchos llaman hogar.

— Solo... Caminaré.

— No tienes donde quedarte —no era una pregunta— ¿cierto?

— ¿C-cómo? —Entorné los ojos.

— ¡Já! —me señaló— no lo sabía, solo lo dije.

Tengo que hacerme un exámen de la cabeza, no es normal ser tan idiota.

— Puedes quedarte en mi casa —se dio cuenta de que lo miré mal y se corrigió—. Lo que quiero decir es que tengo espacio de sobra... O puedes ducharte y cambiarte ahí y luego llamar a alguien o no sé...

Lo pensé un momento, hasta ahora era mi mejor opción. No sabía siquiera cómo salir de ahí.

— Solo tomaré tu teléfono prestado.

— Claro —sonrió— espero que no te moleste caminar, mi casa no queda tan lejos.

— Me encanta caminar —fui sincera.

Sonrió de lado, de verdad no entiendo cómo alguien puede ser capaz de dejar sin palabras a las demás personas solo con una sonrisa.

— ¿Entonces...? —Colocó ambas manos detrás de su espalda, mientras sostenía una pequeña bolsa de mercada en estas.

— ¿Entonces...? —Sabía que quería preguntar algo.

— ¿Peleaste con Siwon? —Me miró por sobre su hombro.

Comencé a toser como una desquiciada, me había atragantado con mi propia saliva. Lo vi reír al yo contestar su pregunta de manera indirecta y patética, sobre todo patética.