Call me Daddy ❣ Choi SiWon ❣

Hold down

Comencé a respirar más fuerte y tragar tantas veces como pudiera. No iba a llorar, no frente a él. Tenía ganas de correr y abrazarlo, de esconderlo entre mis brazos y decirle que no debía llorar, pero ¿para qué? Él no lo hizo conmigo y nunca lo haría, así que no tenía más opción que ser fuerte.

Una lágrima, eso fue todo. Volvió a cobijarse hasta la cabeza, sin dejar nada a la vista.

— Siwon —ni se inmutó—, Siwon. —Esto será difícil—. ¡Choi Si Won!

— ¡Deja de llamarme así! —Se levantó rápido, haciendo que me sobresaltara.

— ¡Entonces contesta! —No tenía ganas de lidiar con ese horrible carácter—. Además, ¿cómo quieres que te llame? ¿Daddy? —Sonreí burlona, él torció los ojos y volvió a cobijarse—. ¡Deja de hacer eso! —Intenté quitarle las cobijas, pero solo terminé exasperandome más—. ¡Pareces un niño! —No respondió —. Bien, bien —respire profundo— entonces me iré. —Fingí caminar provocando sonidos con mis pies.

— ¡Espera! —Gritó en dirección a la puerta, pero yo estaba a su lado—. Tonta —torció la boca y rodó los ojos.

— ¿Tonta? ¿Quién es el que se está comportando como un niño mimado? — Le espete con dureza.

— Ah, ahora sí tienes carácter.— De nuevo se había acostado, pero esta vez sin cubrirse el rostro.

— Siempre lo he tenido —torci una sonrisa—, pero ya no trabajo para ti. Por lo tanto, adiós respeto. —Canturrie lo último.

— Ya no trabajas para mi... —medio sonrió.

— Mira —tenía que salir de ahí antes de que las cosas se salieran de control—. Jung Soo me ha dicho que estás enfermo y por alguna razón cree que me harás caso a mi, como si fuera alguien importante para ti —susurre lo último—. Así que hazme el favor de tomar el estúpido medicamento para así poder irme.

— Es solo una estúpida gripe. —Guardó silencio por un tiempo—. Además sí eres importante para mí —también susurró lo último.

— Sí claro —fingí que sus palabras no me afectaron casi a muerte—. Hazte a un lado —con algo de fuerza logré que se moviera algunos centímetros, lo suficiente para poder sentarme junto a él—. Mira como andas —golpeé su pecho desnudo y este arrugó la cara por el dolor— así cómo crees que te vas a recuperar. Estás todo caliente —tenía una mano en su frente y otra en la mía para comparar temperaturas—. Iré por algo de agua y un paño.

Salí de la habitación bajo su mirada. Cuando estuve fuera, recosté ambas manos en el barandal de las escaleras y estiré mi cuerpo hacia atrás.

«Debes permanecer fuerte». Era lo único que me repetía una y otra vez. Asentí muchas veces y bajé para buscar un recipiente con agua y algún trapito.

— ¿Qué le hizo, qué? —Desde afuera de la cocina podía escuchar a Eun Ri gritando en susurros—. ¿Y aún así fuiste por ella, Jung Soo?

— ¡Yo no lo sabía! —Ambos se gritaban en susurros.

Bien, estaban hablando de mi y si me quedaba escuchando trás una pared todo sería más raro. Me acerqué a la puerta y toqué un par de veces, haciendo que los dos mayores se voltearan hacia mi.

— ¡Oh, querida! —Eun Ri se veía un poco alarmada, como si tuviese miedo de que yo hubiese escuchado algo—. ¿Qué necesitas?

— Agua y un paño, tiene calentura. —Sonreí algo incómoda. Ella asintió muchas veces y buscó todo lo que necesitaba.

— Lo lamento, de nuevo —Jung Soo estaba cabizbajo— hacer que vuelvas a verlo luego de... —guardó silencio y subió la mirada—. Lo siento.