No importa tanto dónde te encuentres. Lo que realmente importa es la dirección en la cual te estés moviendo. Tampoco importa tanto la velocidad con la que te estés avanzando. Irás ganando impulso a medida que vayas progresando por el camino elegido.
A veces es mejor ir despacio. Para apreciar el paisaje, evitar girar en el cruce equivocado, o seguir de largo en él. A veces, ganar velocidad es la mejor opción para evitar que los demás te pasen por encima. Pero sin llegar el extremo de perder de vista hacia dónde te diriges.
Son tantas la veces en las que parece que lo que importa es llegar rápido, sin saber muy bien adónde.
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Susurros para el alma.
SpiritualEl sentido de los miedos y qué hacer con ellos, la importancia de la actitud con la que enfrentas tus circunstancias mas que las circunstancias mismas, la comprensión de el arquitecto de la propia vida es uno y la aceptación de que las cosas son com...