Acéptalo de una buena vez. La buena onda genera buena onda. Y mala onda, mala onda. Date cuenta de que, así como las buenas energías se atraen, la energía negativa actúa como un imán de problemas y complicaciones.
Sonríe, pide las cosas amablemente, reduce un poco la velocidad a la cual corres por la vida. Date el tiempo de escuchar a los demás con atención e intención, mirándolo a los ojos.
El tiempo que pierdas diciendo un "buenas tardes" consciente, o esperando la respuesta a un "¿cómo estas?" sentido y no dicho como un mero formulismo a la pasada, será una inversión y no un gasto, haciendo que tu vida fluya de manera mucho más efectiva.
Establece vínculos de afecto y de respeto con tu entorno y, como por arte de magia, tus cosas empezarán a alinearse en la dirección correcta. Las piezas del rompecabezas que hasta hace poco parecían imposibles de acomodar, encajarán súbitamente entre sí.
Irradia buena onda, y buena onda será lo que recibirás.
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Susurros para el alma.
SpirituellesEl sentido de los miedos y qué hacer con ellos, la importancia de la actitud con la que enfrentas tus circunstancias mas que las circunstancias mismas, la comprensión de el arquitecto de la propia vida es uno y la aceptación de que las cosas son com...