¿Cuánto te ríes? Y cuando finalmente lo haces ¿tu risa es franca, abierta y contagiosa, o te ríes por lo bajo, casi pidiendo disculpas por tu alegría?
Para la mayoría de las personas la cantidad y calidad de sus risas es inversamente proporcional a su edad. Las risas frescas y francas de la niñez suelen ir tornándose cada vez más duras, acartonadas y escasas a medida que los años van pasando.
Ríete más. Ríete de tus errores en lugar de enojarte por ellos, y luego, con una sonrisa en tu rostro, trabaja para corregirlos. A la hora de cenar, en lugar de comentar las noticias --generalmente malas y pesimistas-- y los problemas de la jornada, pregunta qué fue lo mejor del día para cada uno. ¡Y cuenta chistes! No te rías a costa de los demás, no te rías con ironía. Ríete con fuerza, hasta que te duela el estómago de tanto reír. Ríete con ganas y verás como todo se ilumina.
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Susurros para el alma.
SpiritualEl sentido de los miedos y qué hacer con ellos, la importancia de la actitud con la que enfrentas tus circunstancias mas que las circunstancias mismas, la comprensión de el arquitecto de la propia vida es uno y la aceptación de que las cosas son com...