El viento sopla igual para todos. Algunos lo aprovechan para impulsarse mientras que otros, exactamente el mismo viento, lo sienten fuerte en el rostro casi impidiéndoles respirar y, obviamente, en contra.
La corriente corre río abajo, igual para todos. Algunos se suben a ella para hacer más rápido el camino, mientras que otros reman en su contra.
Déjate llevar, deja que la vida fluya y te atraviese con sus jugueteos. Danza junto a ella. Escucha a su melodía, siente su ritmo y sintoniza.
Si fuese necesario, hazte a un lado hasta que el viento amaine; o avanza caminando en lugar de insistir en seguir nadando contra la corriente.
Detente un ratito cada día. Apenas unos pocos minutos bastan. Conecta con la esencia de la vida y el resto de tu día será fluido y mil veces más efectivos. Respira hondo, evita caer en la tentación de convencerte de que no tienes tiempo y siente la conexión que te une con todo lo que Es.
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Susurros para el alma.
SpiritualEl sentido de los miedos y qué hacer con ellos, la importancia de la actitud con la que enfrentas tus circunstancias mas que las circunstancias mismas, la comprensión de el arquitecto de la propia vida es uno y la aceptación de que las cosas son com...