Ritmo

39 1 0
                                    

Imagina un automóvil marchando a 80 millas por hora durante 10 o 12 horas al día, en tercera velocidad. Deteniéndose cada tanto, pero repitiendo ese régimen día a día tras día, semana a semana, mes a mes.
Antes de que pasara mucho tiempo, el motor fallaría, para terminar fundiéndose y no quedarían muchas opciones; reemplazar el motor por otro nuevo o, quizá repararlo o dejarlo arrumbado en un cementerio de automóviles, convertido en chatarra.
Ahora, piensa en tu ritmo de vida e imagina cómo y dónde terminarías si no pudieses dejar de forzar la marcha. Si no lograses funcionar al ritmo adecuado y a la velocidad que necesitas, sin detenerte regularmente.
Baja un par de cambios y empieza a conducir tu vida enfocado no sólo en el rumbo, sino también en el ritmo con el que te diriges hacia allí. Fíjate qué haces a lo largo del camino, y dale lugar a eso que es de veras importante.
Ir más despacio no significa ser más lento ni llegar más tarde. Muchas veces ir más despacio significa, llegar antes y mejor.

Susurros para el alma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora