Apuesta Por Amor

Capitulo 23

El dolor persistía en el fondo de mi alma, era imposible que desapareciera de un día para el otro. Ya no lo soportaba, tanto mi corazón, como mi cuerpo entero deseaban su regreso pero quizás no todo sale como lo esperamos. El amor que un día tuve la fortuna de vivir, pretendió ser curado con la mayor cantidad de alcohol posible, solo queriendo llenar ese vacío que parecía perpetuo y cuando las noches de embriaguez no fueron suficientes, me abrí ferozmente ante otras sustancias mas fuertes, llenaba cada noche con un cóctel de drogas y alcohol inimaginables, regrese al presente todo lo que un día había dejado en el pasado los vicios, las ganas de desaparecer, sentía que sin lugar a dudas el mundo no necesitaba mi desdicha.

Las famosas condiciones que un día escuche, fueron como puñales certeros, marcando consigo que las casualidades no existen. Una de las mismas fue el escuchar la primera de ellas, ya que solo se trataba de un aumento de sueldo, al principio cada uno de los socios lo tomaron como algo relativamente normal hasta que de por boca de Alexander salieron las cantidades que la arquitecta estrella estipulaba. Si, fueron dos cantidades exactas dándonos la libertad plena de escoger una o otra sin llevar a una cifra de por medio. Mil dólares o quinientos mil dólares, de manera inmediata Raquel y yo nos miramos, entendíamos perfectamente que la rubia solo pretendió recordarnos aquellas cantidades por las cuales pusimos en juego sus sentimientos. Pero sin esperar indique que su salario seria de quinientos mil dólares, ganándome la mirada de sorpresa de Alexander.

Los minutos, las horas, los días, los meses resultaron mas monótonos asistía como de costumbre a la constructora con una única esperanza, mirar sus ojos y así lo hacia hasta que llego la esperada segunda condición. El proyecto con el señor Cuesta se aprobó mas sin embargo, era de esperarse que la rubia debía viajar a España realmente por ese viaje que me imagine que tuviéramos juntas cuando le di el proyecto, no sabia que todo cambiaria. La segunda condición fue clara y precisa, recuerdo como si fuera ayer el momento exacto que Alexander pronuncio dicha oración "Si el viaje a España se llegara a aprobar, únicamente me montare en un avión con Alexander Parra". Tres semanas, que se hicieron eternas mas el tiempo que llevaba cumpliéndose la primera condición que no era más que dos meses. No existía noche en la cual no visualizara las cenas románticas por parte de ambos, no era difícil hacerlo ya que desde que regreso Anahi a la constructora decidió aceptar todos y cada uno de los métodos que el millonario usaba para acortejarla.

La condición numero tres fue para mi la estocada final, ese punto que si llegara a faltarse volvería a significar la salida de Anahi de la constructora. Siempre lo dejo claro, aquella no era mas que la petición o mas que petición la orden que únicamente mantendría reuniones con Alexander y con Raquel en lo que a trabajo se refiere, dejando en claro que si por algún motivo yo me atrevía a dirigirme hacia ella partiría sin volver. Lo acepte, por lo menos de esa manera disfrutaba de su cercanía. Jamás estaba en mis planes dejar de asistir a la oficina, me miraba en el espejo y era notorio la forma deplorable que tenia comencé a bajar de peso producto a los vicios pero no me detenía, nunca lo hacia. Mucho menos al enterarme por boca de mi mejor amiga que ya existía un noviazgo por parte de Anahi y Alexander.

Después de recordar los pesados ocho meses que han transcurrido, me encontraba en los pasillos de la empresa. Con un malestar extraño en todo el cuerpo, no sabía muy bien que significaba ya que aun no tenía gota de alcohol en la sangre. Me dirigí al baño y rápidamente me aferre al excusado sintiendo como me dedique a vomitar sin parar. Cinco minutos fueron suficientes, al levantarme camine directo hasta los lavamanos y cuando iba humedecerme un poco el rostro una voz conocida apareció.