Capitulo 14

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Salimos del bar en menos de diez minutos, tarde lo necesario ya que tenia que pagar la cuenta, sin esperar abordamos la camioneta y antes de iniciar un beso apasionado le ordene a Erick que nos llevara al departamento de Anahi. El movimiento de nuestras lenguas era perfecto, podía sentir el sabor inconfundible de los tres vasos de vodka que se tomo mientras estuvo en el bar, una mano indecisa se paseaba con nerviosismo por mi pierna, mientras yo sin reprimirme exploraba cada centímetro de su boca, guardando en la memoria las infinidades de sensaciones que explotaban en mi interior como si se tratara de una docena de fuegos artificiales. No quería ponerle fin, las respiraciones de ambas se volvían una sola, llevando el mismo ritmo acelerado, sin dejar de aumentar su ardor, la necesitaba, pedía a gritos su cuerpo.


Al detenerse el coche, con voz clara y firme le dije a Erick que no se moviera del sitio. Caminamos hasta el ascensor tomadas de la mano y precisamente cuando este cerro sus puertas como dos imanes nos volvimos a juntar, el choque de nuestros labios fue sencillamente espectacular aunque no pasamos de caricias superficiales ya que el ligero timbre que anuncio nuestro destino apareció y como por arte de magia volvíamos cada una a nuestra posición. La rubia abrió la puerta del departamento quizás demasiado lento, por un instante pensé que regresaría al hotel enojada por no lograr lo que quería, pero me equivoque ya que fue Anahi la que me pego a la puerta ya cerrada, su manera de besarme era desesperada no entendía si era producto del alcohol lo que la hacia actuar de esa manera, pero así sea eso, debo admitir que lograba aumentar mi temperatura corporal insospechadamente. Sus manos intentaban desabotonar no solo la camisa que tenia, al mismo tiempo quería hacer lo mismo con el pantalón deje caer al suelo la chaqueta seguidamente la camisa, olvide toda compostura y tomándola con firmeza la levante del suelo sus piernas abrazaron mis caderas mientras no dejaba de besar su cuello con clara excitación.


Al final del pasillo... Esta mi habitación –Anahi hablo acelerada


Siguiendo sus instrucciones, efectivamente comencé a caminar por el pasillo que por fortuna no era tan largo. La puerta estaba abierta, lo que me permitió entrar con facilidad ni dos minutos pasaron cuando la estaba acostando con sutileza en su propia cama. Ella misma aparto cada prenda de su cuerpo, quedando como dios la trajo al mundo y aprovechando ese momento la batalla por quitar mis botas inicio, realmente el utilizar botas me encantaba pero debo admitir que en esta clase de momentos las odiaba. Cuando termine la difícil tarea, aparte el blue jeans junto con la ropa interior una de las manos de la rubia me halaron decisivas lo que hizo que cayera en la cama un poco torpe. Regresaban los labios de la arquitecta a unirse con los míos, parecía llevarse una batalla campal dentro de nuestras bocas, al posicionarme sobre su cuerpo una incomprensible corriente eléctrica impacto todo mi cuerpo, nuestros senos se endurecieron de inmediato, mientras nuestra feminidad se hacia una sola. Podía sentir como uno de los pies de Anahi acariciaba mi pierna, como también era inevitable percibir el moviendo de su pelvis. Una de sus manos se poso en mi cuello, se rompió el beso y su nariz se dirigió a la oscuridad de mi cuello, a penas soltaba unos suspiros apacibles, pero los movimientos iban creciendo de acuerdo iban pasando los minutos cada vez se volvían mas desenfrenados y su otra mano apareció firme en mi cadera presionaba con sutileza sin dejar de moverse. Disfrutaba del roce no lo puedo negar pero no podía conformarme con eso, así que me levante un poco encarando su rostro de excitación con mi lengua roce sus labios pero me gane una deliciosa mordida sin esperármelo. Con una de mis manos inicie un juego de caricias sobre el borde de sus caderas, dejaba explorar la yema de mis dedos a todas sus anchas para rápidamente dirigirme hasta su zona mas intima, al instante de llegar sus movimientos quedaron en el pasado si, así es, solo se detuvo después de soltar un gemido con mi dedo índice comencé a comprobar lo que ya suponía estaba repleta de humedad, poco a poco la mano que antes ella tenia en mi cuello fue subiendo hasta mi cabellera. Comencé con un moviendo circular, apartando poco a poco los pliegues hasta poder alcanzar su hinchado clítoris dejaba besos en su pecho para rápidamente apoderarme de uno de sus pezones. Y fue allí cuando un leve grito se disparo de su boca, no detenía los movimientos de mi mano cuando al mismo tiempo me dedicaba a succionar, morder, saborear su seno en mi boca.

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