Un mes, cuatro semanas pasaron después de esa salida informal pero fructífera para mí. Muchas expectativas nacieron ese día, ilusiones crecieron como crece el verdoso césped cualquier fecha del año en el jardín de mi casa, era parte de un sueño, un sueño que sin quererlo se comenzó a transformar en pesadilla. Ya que eran mas los momentos de enojo que de felicidad, de amor, de cercanía yo había comprendido el punto de relación que tenia con la arquitecta estrella, es decir sabia que todo se mantendría en secreto nadie podría sospechar que entre nosotras existía un sentimiento compartido, alguna muestra de cariño o un beso eso seria terrible y realmente lo aprobé tanto como ella quería que algunas cosas se mantuvieran justo allí, en un lugar escondido de los demás. Pero nunca imagine que las cosas cambiarían para peor, no lo podía descifrar de otra forma pienso que mas tiempo compartía con Annie antes de formalizar entre comillas esa supuesta relación. Si me nacía invitarla un café por la tarde existía una excusa, un fin de semana una cena romántica era casi un pecado ya que no era el momento propicio, hacerle una llamada para únicamente comprobar como esta resultaba inoportuna. En fin eran mas los dolores de cabeza y las molestias que los besos, porque a pesar del tiempo entre ambas no había surgido de nuevo un encuentro mas carnal.
Alexander era tema importante, pues a pesar de que sus propios labios me aclararon que no existía nada y realmente lo creía de esa forma la verdad. No se acababan las salidas por parte de ellos si, porque mas disfrutaba el de mi novia que yo misma, salían casi cada dos días, hacían un Tour por los restaurantes y Dulce la comprensible he idiota mujer que me había convertido desde que acepte que el amor me tenia tonta comenzaba a enojarse algo comprensible que terminaba quedando en modo neutro al escuchar las excusas de la arquitecta. "No puedo rechazarlo" "Eso no levantara sospechas" "Confía, solo tengo ojos para ti" y terminaba enojada conmigo misma diciendo cualquier cantidad de insultos en la soledad de mi casa, después de darle la razón en todo a la dueña de mi corazón. El único escape que encontraba lo tenia en la compañía de Ana Paula, la cual estaba enterada de la relación que mantenía con su tía si, por supuesto Anahi desconocía que su sobrina estaba enterada de todo lo que ocurría. La chica misteriosa era en la gran parte de los casos ese diario, que servia para desahogarme.
Ahora me encontraba en mi restaurante favorito, llevando a cabo una cena agradable en compañía de Raquel, sonriendo mientras por dentro la desesperación por ver a la rubia crecía. Entre risas recordábamos que en un par de días seria el deseado cumpleaños de Ana Paula, celebración que la joven nos hizo invitadas. La fiesta se llevaría a cabo en casa de su abuela por parte materna, insólito que sea por manos de la chica que yo pise la casa familiar y no por Anahi si, lo olvidaba las cenas que se llevaban a cabo cada semana en la desconocida casa un invitado infaltable era Alexander cosa que revolvía el volcán en el cual se había transformado mi cuerpo.
Ya tienes el regalo de Ana Paula listo? –Pregunto- Es decir ya sabes lo que le vas a regalar –Cuestiono curiosa
Si, Raquel. Ese regalo lo tengo preparado desde hace mucho la verdad –Afirma Dulce después de darle un sorbo a su bebida-
Sea el regalo que sea, estoy segura que te superare –Sonríe- Ana Paula me va a adorar, cuando vea el mío –Aseguro Raquel
No lo creo, pero dejemos crecer tus ilusiones –Comento
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Apuesta Por Amor
أدب الهواةDos arquitectas con vidas totalmente distintas, una atracción que poco a poco se convierte en amor. Pero a pesar de eso el final es incierto. Porque? Descúbrelo