Capitulo 9

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Sin ningún tipo de ánimos asistí a la constructora, no era para menos aun no dejaba de sentirme como la peor amiga del mundo. No me borraba de la cabeza que aunque no lo supiera, había defraudado a Alexander, pero pensándolo bien supongo que lo hago desde que conocí a Anahi ya que fue desde allí que quede prácticamente idiotizada a sus pies. Tome la decisión de darle algunos días libres a mi socio, pretendía que se recuperara de su nefasta depresión por supuesto sin inmiscuir alcohol alguno, fue esa la única condición. El por su parte acepto y aprovecho el bajón para ir unos días a la casa de campo de su familia, encontrarse a si mismo creo que esa fue la frase que utilizo, a pesar de no saber si comenzaría su faceta de hippie preferí asentir y seguirle la corriente en todo, dándole a entender que era lo mejor que podía hacer.

Me mantenía revisando algunos contratos futuros con alianzas estratégicas, algo que no era más que leer y releer una torre de documentos con fechas distintas, cláusulas desmesuradas y claro logística exagerada. Esta clase de cosas son las que odiaba encargarme, ciertamente no tenia porque hacerlo pero a sabiendas que deje en manos de los arquitectos la mayor parte de los proyectos, no existía labor que me quedara. Solté un bostezo con desgano, para luego dedicarme a recostar la barbilla en una de mis manos con visible aburrimiento. Después de levantarme, lo primero que hice fue tener una llamada intensa con mi chica misteriosa, tenia que desahogarme con alguien y quien mejor que ella. Me dedique a contarle lo sucedido con Annie, claro para ella solo era "Una Arquitecta" por alguna extraña razón había pasado de hablar este tipo de cosas con Raquel y ahora lo hacia con la nueva conocida por cierto, que estará haciendo Ana Paula? Será que la llamo? No, no por dios Dulce esa jovencita va a pensar que eres una pesada. Sonrío no se que tiene, pero me hace sentir tan bien, como si formara parte de mi familia, ahora que lo pienso debería decirle que quiero conocer a su tía quizás una cena parecería formal y educado. El sonido del teléfono borra todo tipo de pensamientos y presiono el botón del, alta voz.


Dígame señorita Rose –Exclamo Dulce


Solo quería recordarle que los contratos que esta revisando, deberían estar en manos de la señorita Raquel en veinte minutos- Informo Rose


Gracias hare mi mayor esfuerzo jefa –Sonríe Y finaliza la llamada


Cierro la ultima de las carpetas que estaba leyendo, sin siquiera colocar una firma la coloco con las seis que antes las acompañaban formando una especie de pila. Me levanto del asiento y las tomo con fuerza para así dedicarme a abandonar la oficina, ni me molesto en avisarle a Rose ya que me parece que esta inspirada hablando por teléfono con algún cliente supongo, lo percibo ya que cuando lo hace coloca ese tono como si hubiera salido de una película de robots. Camino en dirección al ascensor y después de desearle un bonito día al señor como de costumbre marco el piso de mi destino, pero esta vez no me gano una mirada de reproche todo lo contrario una sonrisa calida.

Las puertas se abren y sigo de largo, respondiendo los saludos educada aunque sin dejar de tararear la tediosa canción que sonaba en el ascensor. Al llegar a mi destino, solo coloco la mejor de las sonrisas.


Maite Perroni, son ideas mías o usted se encuentra mas hermosa que nunca –Dulce afirma coqueta


Déjeme decirle que es la primera vez, que me siento tan a gusto con cumplido –Sonríe abiertamente


En serio? Pues cuando gustes, te puedo llenar de cumplidos toda una noche –Le guiña el ojo antes de seguir su camino

Apuesta Por AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora