Capítulo 23

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Me encontré con Becca minutos después, nos saludamos y todo, le conté lo que había pasado hace unos minutos, se emocionó bastante; y ella me contó que había roto con su novio unos minutos antes. Estaba ideando alguna manera de consolarla o algo por el estilo, pero ella no parecía estar para nada triste.

-Tu chico a mis 6 -Anunció mordiéndose el labio inferior y se llevó uno de esos vasos rojos a la boca.

Bajé la mirada y sonreí al acordarme de todo lo de hace un momento y entonces volteé. Lo encontré charlando con tres tipos más.
Sin duda de esos tres era el más guapo.
Al menos para mí.

Becca actuaba más feliz de lo normal. Empecé a sospechar que estaba un poco dolida o triste por su ruptura.

-¿Estás bien?

Al principio creí que fingía estar bien pero...

-¿Bromeas? Es lo mejor que me ha pasado en todo el maldito mes.

Gritó al mismo tiempo que se dirigía a la pista de baile -que de hecho era la espaciosa sala de estar de Will-.

Me reí por la actitud de mi amiga, sin duda era una chica genial. A veces envidiaba lo segura de sí misma que era. La observé bailar un rato, y después besarse con un tipo, ¿por eso habría querido terminar ya con su chico?

-¿Quieres ir afuera?

Zach me sorprendió tomándome de la cintura por detrás.

-Sí, supongo. -Dije en respuesta. El ambiente resultaba un poco abrumador.

Cuando salimos habían muchas personas afuera, y Zach me tomó de la mano para llevarme a la parte de atrás, sólo había un pequeño grupo de chicos.
Nos sentamos en la hierba recargándonos de un árbol alto, el sol se estaba metiendo ya, casi estaba oscuro, a excepción de unos destellos naranjas y rosados en el horizonte. La luna ya estaba sobre nosotros, y junto a ella Venus.
Ambos nos quedamos viendo al cielo, admirando lo hermosas que se veían todas esas nubes de colores.

Hacia frío, pero estaba presenciando un hermoso anochecer al lado del chico idiota que me gustaba, así que el frío no era un factor importante ahora.

Vislumbré a una pareja en la esquina, junto a la cerca, ella estaba parada sobre una roca y él abajo en el suelo se estaban dando muestras de afecto.

-Se supone que debe abrazarlo, no ponerle las tetas en la cara. -Dije inconscientemente en voz alta.

Zach miró en la dirección a donde yo miraba y entendió a qué me refería, se rió, y al parecer la parejita aquella también pudo oírme, a lo que la chica me dirigió una seña obscena con el dedo medio.
Nos reímos más y ellos se fueron.

-Correcto, ahora esa chica te va a odiar. -Dijo.

-Oh Zach, no me digas eso, no podré conciliar el sueño en días. -Repliqué con notable sarcasmo.

Lo hice reír y después de eso no me quitó la mirada de encima.

-No me mires, deja de mirarme. -Le ordené y lo empujé levemente.

-Jaja ¿Por qué ya no puedes sostenerme la mirada como antes? -Alzó las cejas desafiante, le miré a los ojos por un segundo pero enseguida bajé la mirada.

-Antes no me importaba si me encontrabas bonita o no, porque no sentía nada por ti. Ahora temo que si me miras demasiado te des cuenta de lo fea que soy. -Confesé jugando con mis manos.

Cuando levanté la mirada lo encontré sonriendo con ternura. Tomó mi barbilla y giró mi rostro lentamente hacia él.

-Eres la cosa más jodidamente hermosa que he visto en mi vida.

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