Naruto ya había cumplido 6 años y por fin podía entrar a estudiar a la academia ninja de Konoha, lo que quería decir que sus padres podrían retomar sus misiones otra vez, ya no tendrían a la criatura en casa todo el tiempo ahora sería responsabilidad de la escuela.
Inicia el nuevo año escolar, como era costumbre se preparaba una ceremonia de bienvenida para los nuevos y futuros Gennin del colegio, todos en filas distintas y bien vestidos escuchaban las palabras del director, a Naruto le toco justo enfrente, aunque un poco nervioso estaba contento, para retomar valor giró la cabeza levemente para ver a su mamá que fue la que lo llevó y esta le respondió con un saludo orgulloso y materno. A su lado estaba un señor pelinegro maduro que ya había visto antes, estaba completamente serio, como si no le importara en lo más mínimo estar en ese lugar.
Aun así, el rubiales se sintió mejor y correspondió a la sonrisa de su mami, pero luego descubrió que dos niños atrás de él estaba el chaval pelinegro que le había puesto una cigarra en la cabeza de lo más chulo, encima mirándolo con total descaro como si fuera un objeto cualquiera.
El ojiazul le correspondió con el ceño fruncido y con las mejillas infladas, dándole a entender al otro que no había olvidado lo que le hizo y sin cabrearse el otro giró la cabeza para otro lado de forma arrogante diciéndole mudamente que él no le importaba, Naruto sólo puso la vista al frente aún más enojado.
[***]
Para mala suerte del pobre Naruto, les tocó en el mismo grupo pero se salvó de que los sentaran juntos, eso hubiera sido peor, con el tiempo se hizo notar quienes eran los dotados del salón, por supuesto el rubiales no; a pesar de ser hijo de un hombre prodigo como lo era Minato, pues, no se reflejaba muy bien en su descendiente, en cambio Sasuke era otra historia, era inteligente, hábil y guapo, lo que toda mujer quería y con eso llevó a que todas las niñas, no sólo las de su clases, sino las de toda la escuela, se quedaran enamoradas de él. En especial dos niñas, que se decían las más sinceramente enamoradas de él y que sí o sí una seria su esposa; Ino y Sakura. El chaval les dirigía unas miraditas de vez en cuando si las descubría acosándolo cuando el tragaba su almuerzo.
Naruto podría ser más atractivo, de por si era un doncelito que llamaba la atención con su apariencia pero su malas notas y bromas eran algo no muy atrayente, al menos para las niñas porque para los niños era genial, sin embargo El de ojos azules quería atención femenina y no la de sus compañeritos.
Recibieron sus boletas de calificaciones y el numero uno de la clase fue Uchiha Sasuke con "A" en todas las áreas, seguido de Nara Shikamaru y Haruno Sakura y el pobre rubio quedó al último.
No quería mostrar su boleta a sus padres porque se iban a poner intensos.
[***]
_ ¡Mira esto, Naruto!, estoy muy orgulloso de ti_ Exclamaba Minato contento, los tres estaban en la mesa del comedor, enfrente estaba kushina y en medio Naruto con la cabeza recargada en la mesa, deprimido._ ¿Qué sucede, hijo, no estas contento? Porque yo sí.
_ Hay papá como puedes estar feliz si reprobé todo._ Respondió con el ceño fruncido y lagrimones en los ojitos.
_ No en todas, ¡Mira! Sacaste una "C" en taijutsu, que tremendo progreso.
_ Si claro, en lo demás saque la nota reprobatoria, hmp._ triste
_ Naruto, aunque saques malas notas no tienes por qué deprimirte ¿de acuerdo? Sólo esfuérzate la próxima vez y has caso a tus maestros, la vez pasada, sacaste "D" en todo pero ahora subiste, aunque sea un poquito, eso quiere decir que estas progresando, dattebanne._ y con eso Naruto se animó y cenó con gratitud.
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Rubí Sangrante
FanfictionResumen: Nunca negué que Itachi me gustara... a pesar de que había tantos motivos en mi contra; es más grande que Yo, tal vez le interesa alguien más, que pertenece a su clan quizás, es un joven muy ocupado debido a que es un asombroso genio, no soy...