Han pasado ya unos días desde el incidente del narizón y Mika ni siquiera le presta atención cuando le mira cerca del centro, al parecer el bravucón es hijo de alguien con mucho poder, dinero, gerente de una empresa multimillonaria, no tiene mucha lógica para el vampiro, pero al parecer no tuvo atención por parte de los padres y por eso busca a gritos escondidos tener completamente esa atención que no recibió.
Ha sentido como le han perseguido los 8 sujetos, pero sin la intención de acercársele demasiado, suspira cada vez que les siente demasiado cerca, camina deprisa desviando la atención de sus seguidores por callejones sin salida, desapareciendo de la vista de los agresores; hasta que decidió ponerle final a todo ese misterio.
-¿Qué es lo que quieres?- Acorralándole nuevamente en un callejón con esos tipos temblorosos hasta los huesos, titiriteando por sentir su presencia detrás. -¿Por qué no dejas de seguirme?-
-¿Qué es lo que eres?- Pregunta el narizón temblante. Se gira, pero no logra verlo.
-Te lo preguntaré por última vez ¿Qué es lo que quieres?- Aquella voz suave detonando en todas las direcciones posibles.
-Bu...Bueno, quiero pe...pedirte un fa...favor- Los 7 sujetos se encuentran alerta a cualquier movimiento, hasta la de una rata vienen haciendo todo un espectáculo.
-No estoy interesado...- Responde con seriedad, saliendo de la oscuridad, caminando en dirección a la multitud, de repente es tomado con fuerza del brazo.
-Por favor- Mika voltea a verlo autoritariamente indicándole que le soltará, pero este no le prestaba atención. -¡Por favor!- Exclamo. El rubio suspira profundo deteniendo toda acción, sin emitir un sonido alguno espera la petición de aquel sujeto. -E...Es mi hermanita...- Le mira de reojo, al parecer logro tener su atención. -Unos hombres muy malos la tienen secuestrada y mi padre no quiere pagar la recompensa para que la dejen libre...-
-¿Por qué no vas tu a salvarla?- Mirando a los otros 7 -¿No es eso lo que eres?-
-Lo que pasa es...- Soltándole el brazo.
-¡Somos unos cobardes!- Responde de inmediato otro, sollozando.
-Esos sujetos son unos yakuzas- otro más.
-¿Y que tiene que ver conmigo?- Cuestiona el rubio.
-Por favor, te pagaré lo que me pidas... Rescata a Saori...- Mika se queda en silencio unos segundos. -Por favor- de inmediato los otros 7 junto con su líder se agachan hasta el suelo suplicando por la vida de la secuestrada. -¡Por favor Sr. Poderoso!-
-"¿Sr. Poderoso?"- Piensa aturdido. Se aleja de ellos dejándoles en el suelo, al ver que no se encontraba más comenzaron a buscarle nuevamente, Mika por otro lado iba por las orillas de las calles observando todo a su paso, de repente se detiene cerca de unas bodegas cerca del muelle.-¡Papá!- Gritando una joven de al menos 15 años, pelo castaño, ojos verdes, a simple vista podía apreciar el desarrollado cuerpo que tenía a pesar de su corta edad. -¡Onii-chan!- A pesar de la distancia que les separa, podía apreciar toda la escena, un tipo de cuerpo corpulento, brazos fornidos, piernas largas trabajadas, lentes oscuros y cara cuadrada y un traje bastante costoso, se aproximaba hasta la joven.
-¡Cállate!- Dándole una cachetada a la joven atada con cuerdas y cadenas alrededor de su cintura.
-...Vaya forma de tratar a una dama- Dice Mika observando directamente a la joven que yace llorando. -Debe ser muy incómodo estar así-
-Oiga jefe, no creo que vaya a venir...- El rubio dirige su mirada a las ventanillas traseras.
-¿Así que han venido a verla?- Mira al horizonte, dejándose caer desde lo alto.
-Je..jefe- Uno de ellos señala al rubio que va en dirección a la bodega, de inmediato corren y le toman todos juntos llevándolo hasta otra.
-¿Qué piensas hacer?- Dice el narizón molesto, Mika no le ve directamente.
-Me pediste que la ayudará, ¿ahora me detienes?- Dejando a todos en silencio. -¿Por qué no la has salvado?- A los pocos minutos vuelven a echar otro vistazo dentro del almacén, allí le señalan del yakuza mayor o el jefe de esos tipos.
-Su nombre es Toshiro Yamabuki...- Apretando sus puños -Era un antiguo compañero de mi padre en la empresa, bajo muchos recursos al borde de dejarlo en bancarrota y culparon de todo a nuestro padre, aunque pudo levantar la empresa, ese sujeto se hizo el cabecilla de una banda de Yakuzas y ahora atormenta a la ciudad...-
-No entiendo ¿Por qué me cuentas estas cosas? Ni siquiera el hecho del ¿porque me buscaste?- Sosteniéndole la mirada.
-Nos equivocamos al molestar a ese chico- Refiriéndose a Yuu. -Pero cuando me dejaste en aquella boya, comprendí que serías la única persona en que podría ayudar a Saori, por favor, te lo ruego, ayuda a mi hermanita...- Otra reverencia por parte del hermano, seguido de los otros 7 bravucones. -Te prometo hacer lo que me pidas, te lo pagaré con lo que este en mis manos... por favor ayúdale...-
-No me dejarás irme si no te ayudo ¿Cierto?- No sería un problema quitárselos de encima, pero por algún motivo Mika sentía la obligación de hacerlo.
-Ellos dieron un tiempo límite para el rescate...- Comenta uno de ellos.
-Lamentablemente, hoy es el último plazo- Suspira hondo.
-Si lo voy a hacer, tiene que ser bajo mis ordenes- Responde secamente, sorprendiéndose por la esperanza en los ojos de esos tipos.
-¡Lo que sea!- Dicen al unísono.
-Quiero que se alejen y nos esperen en la calle principal del muelle...- haciendo que los demás se mirasen y susurraran.
-Pe...pero- interrumpido.
-Si no pueden seguir ese término, me iré...- Negando impulsivamente con sus cabezas -Bien, ahora lárguense...- Mika camina con pasos firmes, observando todo a su alrededor, escuchando cada palabra de los trajeados, una limosina estacionada dentro había llegado no más de unos minutos, podía saberlo por el olor de gasolina quemada y el ventilador del motor.
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Sinfonía Amarga
Khoa học viễn tưởngUn joven chico se vio involucrado en un terrible accidente, lamentablemente término siendo llevado al hospital, lo que le espera es algo catastrófico. * Está historia es un Crossover, espero que les guste también los giros que se dan. Sin más que d...