Mika y Yuu se vieron acorralados en una estación abandonada, las cosas salieron de control de un día para otro.
-No debí a verte involucrado en esto...- Gira su cuerpo contra un almacén recargándose tomando con su mano derecha el costado izquierdo de su abdomen.
-¿Involucrarme?- Cuestiona Yuu tomando asiento en el piso frente a él. -¿Acaso ya me conocías desde antes?-
-Yuu- Le mira unos segundos, luego de eso desvió la mirada al suelo. -Escucha, yo...- Se encamino hasta la parte trasera de dicho lugar, alejándose del menor. -Hace años que te observo desde las sombras, sé que suena acosador, pero no lo hacía con ese afán- Recargándose en la espalda del mueble.
-¿Eh?- Dice Yuu atónito.
-Está estúpida guerra no tendrá final, no importa en cuantas direcciones intente evitarlo, siempre tienen un pretexto con que continuar, incluso mi mejor amigo ahora se encuentra desaparecido...- Intentando calmar su frustración.
-Mika-san....- Intentaba incluso objetarle algo pero al verlo de esa forma optó solo por escucharle.-Cuando llegué a esta ciudad y te vi por primera vez en esa estación de trenes tomado de la mano de tu mamá cuando eras muy pequeño, algo de ti me cautivo, calmo toda esa desesperación que traía conmigo, después de enterarme que mi madre había muerto a la luz del Sol, fue algo tan frustrante, me maldije bastantes veces el no a ver tenido el valor de regresar e impedirlo; cuando menos me di cuenta ya me encontraba al pie de tu casa- Cerro sus puños con fuerza -Sé que está mal, intente alejarme, dure semanas en un trance que ni yo mismo me atrevería a indagar de nuevo, al estar lejos me sentía totalmente fuera de control, mi irá, mi vergüenza, está rabia acumulada por tantos años me envolvía nuevamente, al llegar cerca de mis tierras natales, y observar todo ese caos, volver a mirar como se mutilaban sin piedad me hacia darles la espalda sin pensarlo dos veces, era inaudito incluso el "intentar" detener algo que sabía con exactitud no lograría nada.... continuaban con una disputa extremadamente horrible, es caótico incluso para la persona o criatura más cuerda...-
Levanta su cabeza con la vista al techo -Me vi involucrado en la guerra desde que nací, aniquile humanos hasta volverme un ser completo, me vi obligado a luchar en algo que no tenía ni la más mínima idea del porque existían., ¿Quiénes son los buenos? ¿Quiénes son los malos?, cuestiones que no tienen respuesta; es completamente frustrante todo esto- Se levantó hasta quedar en silencio, miro su mano y vio como escurría su sangre. -Intente alejarme de todo pero nada funcionaba, el dolor seguía allí constantemente, cada vez más era más fuerte, la sangre me ardía, el deseo de matar se hacía presente, no tenía ningún control sobre mi cuerpo e incluso estuve a punto de buscar a la Hermandad para destruirme a mí mismo, camine muchas veces por lugares que no creerías que existen, incluso visité una antigua tierra olvidada por el tiempo, aquella en la cual solo los restos de antiguos guerreros, camaradas, criaturas yacen recostados esperando su descomposición, intente sucumbirme en esas tierras, liberarme de todo el dolor pero era imposible, al mirar dentro de un gran ser conocido como "Titanes" y mirar sus órganos convertidos en bellas piedras y rocas multicolores, otro mundo dentro de ellos crecía, sin guerras, sin criaturas intentando matarse sin un fin alguno, solo el mirar la calma dentro me hizo pensar ¿Qué estoy haciendo?...- Suspiro hondo -Al encontrarme con aquel corazón sin palpitar, recordé aquella sonrisa que me hizo sentir vivo aunque haya sido por unos segundos, así que...- Miro de reojo al peli-negro que le prestaba toda su atención.
-Cuando regrese a la ciudad, te busque, y al encontrarte más crecido, tu olor se impregno en mi cabeza, continuabas sonriente, lleno de felicidad, esos ojos brillantes, eras tan inocente y puro, lograbas que me reconfortará, lograbas cautivarme a tal grado de no querer volver a cometer un asesinato o incluso pensaba la mejor forma de como podría yo ser "feliz" Suena tonto, pero, al menos era lo que quería...- Tose fuertemente, Yuu intento aproximarse pero el rubio se lo impidió -Ni siquiera recuerdo cuando fue la última vez que había sonreído para alguien...- Cayendo sobre sus rodillas, aquel dolor era tan fuerte que le impedía siquiera tomar una boca nada de aire.
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Sinfonía Amarga
Ciencia FicciónUn joven chico se vio involucrado en un terrible accidente, lamentablemente término siendo llevado al hospital, lo que le espera es algo catastrófico. * Está historia es un Crossover, espero que les guste también los giros que se dan. Sin más que d...