Sinfonía Amarga

Capitulo 1: Sacrificio

Yuichiru hyakuya es un chico de 15 años y sea postulado como uno de los mejores estudiantes de la secundaria, a su temprana edad de 8 años se vio involucrado en un accidente tan espantoso que le marco gran parte de su vida, sus vecinos temían por su seguridad y era común verlo solo.

"No hay esperanza más allá de la luz"

Se repetía constantemente día con día, al parecer su tiempo se había detenido para este joven chico, sus recuerdos le mantenían al margen de su benevolencia, su comportamiento tan reservado y arrogante le impedían avanzar sobre sus planes.

"Si no hubiese estado allí ese día"

Los lamentos envolvían sus miedos volviéndose más y más temeroso de la noche, aquellas pesadillas que le despertaban sintiendo sus latidos golpeando con fuerza su pecho, respiraciones agitadas, sudor frío, gritos internos sin poder emitir sonido, repetir esa escena una y otra vez.
Aprieta sus puños sintiendo el coraje de no a verle superado, estaba consumido en su propio terror, lo que venía a continuación no le esperaba.

Su vida se había convertido en una terrible pesadilla. Desde aquel accidente con sus vecinos en aquella terrible ciudad, o eso decía la gente, ya que se conocía de personas especializadas en la cacería de monstruos y algunos dicen a verse enfrentado a los más temibles y que al menos los que contaban la historia había entre ellos uno que era el más temido, haciendo más insignificantes a los demás.

------ El Macabro Asesinato ------

Yuu iba de camino a su casa situada en una pequeña comunidad al suroeste de la gran ciudad, su fiel amigo Taichi le había hecho una invitación de quedarse en su casa, su familia por algún motivo no estaría, así que ambos niños se quedaron al resguardo, la tarde y parte de la noche la pasaron con juegos, conversaciones y repertorios musicales, jurarían que sería una noche pacífica como los demás días, nunca imaginaron lo que les sucedería en el transcurso de la noche.

Las horas pasaron y los niños decidieron descansar, tomando sus pijamas envueltas, colocándoselas, yendo al baño para cepillarse los dientes, un acto normal antes de irse a la cama. La casa quedo en el manjar del silencio, las luces apagadas, no había siquiera el sonido de los grillos esa noche, a pesar de que era una temporada en donde se veían muchos y acompañaba la larga oscuridad con su sonido al alba.
A la hora de a verse dormido un fuerte estruendo se presentó en la planta baja, ambos chicos despertaron de inmediato por tremendo sonido, pareciera que un mueble grande y pesado fuera tirado sobre el piso por algo anormal, ambos permanecieron en silencio esperando que solo haya sido su imaginación, los segundos y minutos pasaron y no hubo otro ruido que perturbarse el silencio, se miraron fijamente soltando un suspiro ahogado riéndose mutuamente por aquel susto imponente.
Susurraban entre ellos palabras sencillas para cortar el suspenso que cubría la habitación intentando bajar el nervio, se recostaron nuevamente para volver a su sueño nuevamente, pero al terminar de acomodarse otro fuerte golpe les sorprendió, Taichi se levantó aproximándose hasta la puerta de su recámara, abrió despacio mirando por el pasillo oscuro intentando ver algo más allá pero solo podía escuchar ruidos provenientes de la sala, paso saliva con dificultad retrocediendo unos pasos cerrando la puerta con sumo cuidado, se giró a ver a su amigo que yace igual que el asustado con el nervio en la garganta, sudor frío con respiraciones agitadas, miraron por todos lados intentando buscar algo con que defenderse por si se tratase de un ladrón.

Se armaron de valor con un bate de Béisbol que el padre del castaño le había regalado en su pasado cumpleaños, miro a Yuu tomar un objeto redondo y pesado, asintieron con la cabeza dedicándose esa mirada de batalla que hacían al jugar estratégicamente un videojuego en primera persona estilo Gears of War, Halo o cualquier otro. No dudaron más dirigiéndose por el pasillo hasta las escaleras y comenzar a descenderlas.