ICE CREAM｡ ── MICHAENG

OO2. #CHOCOLATE

─¡Buenos días! ─Saludó alegremente una de sus compañeras. Mina la admiró con una mirada fría. ─¿Estás lista para un nuevo día de trabajo? ─Mina gruñó y caminó un poco más rápido para cambiarse y ponerse su uniforme. 

Su día no tenía nada de buenos cuando las punzadas de dolor le quitaban todo derecho a respirar de manera correcta e incluso si lo hacía profundamente, el dolor se dirigía a su espalda haciéndole jadear de dolor, y la causa de ello solamente la ponía en un nivel arriesgado de mal humor. Ayer por la noche tuvo que dormir como un perro en el frío suelo, ni siquiera en su maldito y tonto sofá.

Una ridícula pelea era la causa de todo su martirio. El dolor de cabeza era provocado por esa chica que pretendía ser su novia, oh, en realidad sí lo era. Añadiendo el hecho de que al despertar después de haber dormido sin saber cómo, su chica no estaba en ningún lugar de la casa.

Si fuera por ella moriría de inanición. La otra chica fácilmente tenía un agujero negro como estómago y no se daría de cuenta. Lo que utilizaba para hacerse un simple desayuno había desaparecido, básicamente, saqueado. Aunque no fuera mucho eso la había enojado.

Estaba tan hambrienta que podría comerse veinte kilos de dobboki y seguir con hambre. Nunca era bueno ser de esas personas que nunca llegan a llenarse.

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─Bienvenida a Jam Ice. ¿Puedo tomar tu orden? ─Contestó en un tono de voz robótico sin demostrar ninguna expresión. Se sentía muy fatigada como para fingir que le gustaba su trabajo ─pero sí le gustaba, solamente que no era un buen momento en su vida─ quería llegar a su cama para dormir mil años en ella.

─¡Hey! ¡La chica emo! ─Mina brincó en su sitio por la repentina voz alegre al otro lado del mostrador. Giró sus ojos por encontrarse nuevamente con ella. ─¿No me extrañaste?

¿Cómo iba a extrañarla si ni la conocía?

La de cabello corto se mantenía de puntillas para observar correctamente a la japonesa. Realmente no entendía por qué la bonita chica pelirroja la miraba de esa forma. Decidió regalarle una bonita mirada al cubo de hielo que era la contraria en ese momento, la susodicha rodó nuevamente los ojos. Chaeyoung adoraba venir a su heladería ya que no había otra que se comparara. 

Su sabor favorito sin duda era el que tenía delante.

Oh, y también el de chocolate pero ese era otro cuento. Mina era bastante especial.

¿Cómo sabía el nombre de la bonita chica de facciones hermosas? Era realmente fácil, lo decía en la placa de su uniforme.

Chaeyoung rió por lo bajo. ─Mina unnie... ¿Podrías darme un helado como el color de tus ojos? ─Preguntó con una leve sonrisa a la par que buscaba el dinero exacto dentro de su bolso azul marino. Mina asintió, para poco después darse cuenta de lo pedido. ─¿Color de mis ojos? ─Frunció su ceño deteniendo sus acciones por un momento.

─Quiero un helado de chocolate con crema de coco, perdón si no he sido obvia. ─Murmuró extendiendo el dinero sin perder su linda sonrisa. La mayor asintió un tanto desconcertada. ─Estará en un segundo. ─Murmuró lo suficientemente alto regresando a su expresión de siempre.

─¡Procura que tenga muchos corazones en el centro!

Mina estaba segura de que la chica estaba loca.