❝ A Chaeyoung le encantan todos los tipos de helados, pero el que se le hace más delicioso se llama Mina. ❞
๑ 14 O7 2O17｡ ## O1 1O 2O17｡
» romance, fluff, comedia｡
» ¡créditos a @xyoungmn por la hermosísima portada! (＾▽＾) ♡
Ⓒ venusIove
No copias...
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Un día igual que los otros, Mina esperaba detrás de aquel mostrador mirando el reloj en la pared. Juraba que habían pasado cerca de dos horas pero en realidad solamente habían pasado cinco lentos minutos. Su madre siempre decía que si seguía esperando que los minutos avanzaran más rápido, estos irían más lento y ahora comprobaba eso. Sus dedos tamborileaban en la parte de cristal del mostrador mientras que su otra mano sostenía su rostro intentando no dormirse. Sus otros compañeros parecían estar igual o incluso peor.
Los días en los que no entraba nadie eran absolutamente los peores. Rostros llenos de aburrimiento caían como una suave pluma en las mesas, en veces ella se incluía en ese pequeño club. Todo era tan silencioso que el tic-toc del reloj se escuchaba con claridad.
La extranjera conocida como Tzuyu estaba casi muerta con su rostro adherido a la mesa y su cabello púrpura ocultándolo. Mina rió por lo bajo por ese espectáculo tan divertido, no cambiaría a aquella bebé gigante por nada en el mundo. ¡Se trataba de una de sus más sinceras amigas! Siempre enterada de todo lo que pasaba en su caótica vida pero que la apoyaba y aconsejaba en todo.
Mina suspiró cansada y aquella acción provocó que sus músculos se tensaran dolorosamente. ─Maldición... ─Murmuró enderezándose con cuidado. Si seguía en sus posiciones incómodas terminaría peor que una señora con artritis. Las muecas de dolor eran visibles para todo el mundo pero nadie se daba cuenta de ello, por lo que tenía suerte. Sus huesos sonaron por estar recostada tanto tiempo que incluso se le hizo satisfactorio.
Tomó su teléfono con aburrimiento, ni siquiera el aparato le divertía en un momento como este. Finalmente lo apartó a un lado y comenzó a perderse entre sus pensamientos. ¡Otra mañana más en la cual su novia no estaba en casa! ¡Era otro nuevo récord! Mina estaba harta de su descarada actitud, llegando al punto de haberle alzado la voz de lo molesta que estaba.
La chica no quería estar más en los juegos de esa muchacha. Su corazón dolía al pensar de esa manera de la chica que amó con toda su alma, pero era lo mejor que podría hacer para salvarse de un infierno constante.
