ICE CREAM｡ ── MICHAENG

O13. #COFFEE Ⅲ

Su corazón latía tan rápido que temía que se saliera de su cuerpo. Nunca en su vida se había sentido de esa manera al ver a otra persona, pero ahí se encontraba. Con las palabras en la boca observando a la bonita pelirroja que causaba en su interior un gran caos. Solamente la estaba mirando, pero sus mejillas estaban rojizas y sus dedos comenzaron a jugar entre sí. Chaeyoung se había sentido confundida días atrás, usualmente esto no le pasaba. ¡Bueno, nunca había pasado por esto! ¡Era una completa novata!

Estaba en frente de su primer amor. Sí, estaba enamorada de Mina. Después de tener un millón de charlas con la almohada acerca de qué era el amor y por qué se sentía extraña cuando observaba a su mayor. Sonreía cuando ella lo hacía, se sentía preocupada cuando la veía en un mal estado, quería correr hacia ella para sentirla mejor pero eso sería demasiado extraño.

Ambas chicas se miraban fijamente. Ambas queriendo dejar de hacerlo pero sus cuerpos parecían tener fallas al mismo tiempo. Mina mordía por dentro su mejilla en un fallido intento de ocultar los nervios que estaban controlando todo su cuerpo mientras que Chaeyoung abría y cerraba su boca ocasionando que leves balbuceos salieran de sus labios.

El tiempo pareció haberse congelado para ellas dos. Si fuera por ellas, ganarían el récord guinness de concurso de miradas. Pero alguien tenía que llegar a interrumpirlas, y ese alguien se trataba de la bonita chica de cabello rosa sentándose frente a Chaeyoung.

Mina se aturdió por unos segundos para observar a la pelirrosa que trataba de calmar su respiración mientras observaba a la menor furiosa. La chica observó a la pelirroja por primera vez y no fue difícil de notar como la quería enterrar viva. Eso le causó mucha gracia.

─¿Llegué en un mal momento? ─Mina la miró con una ceja alzada, realmente quería decolorar más su cabello para ver si así se quedaba calva. Sana sonrió de lado y se recostó cruzando sus brazos. ─Al parecer sí.

Chaeyoung ardía en vergüenza y rabia al encontrar a su amiga allí, había corrido todas las calles para dejar atrás a la chica que la estaba poniendo en absoluta vergüenza. La menor se levantó frunciendo sus labios cosa que hizo que el corazón de Mina diera un leve salto. ¿Por qué se ponía así con cosas tan simples como esas? Ni ella sabía por qué, algo muy estúpido estaba pasando en su cerebro como para comportarse de esa manera tan tonta.

Mina estaba a punto de dar una reverencia sin siquiera esperar por el pedido, sería mejor si se largaba de esa extraña situación. ─Hey Mina, te invitó un café. ─Chaeyoung miró fijamente hacia la pelirroja, quien confundida ladeó su cabeza. ─¿Dijiste que sí? ¡Genial! Vamos.

Mina quedó confundida cuando la menor agarró su mano rápidamente y ambas salieron corriendo del local, Mina pudo desatarse su delantal antes de salir corriendo con la menor a algún lugar que desconocía. ¡Okay, todo estaba pasando demasiado rápido! ¿Por qué era producto de las decisiones inesperadas de Chaeyoung? Si su superior se enteraba iba a acabar muerta y todo quedaría en la consciencia de la chica que la llevaba de la mano.

Ambas pararon de correr tratando de regular sus respiraciones, cuando las dos chicas volvieron a la normalidad Mina se sonrojó por primera vez al ver como sus manos seguían entrelazadas tiernamente. Chaeyoung soltó la mano de Mina temiendo que esta pudiera decirle algo malo, sin embargo la pelirroja no lo hizo.

En una parte recóndita de su corazón, le había gustado.

Chaeyoung tomó la muñeca de Mina suavemente mientras que la dirigía dentro de un lindo y cálido café, el olor de los postres recién horneados comenzaron a entrar por las fosas nasales de Mina ocasionando que soltara un leve suspiro que la menor escuchó. No sería una muerta de hambre, pero el simple olor del pan recién horneado la ponía de buen humor.

La chica condujo a Mina hasta una de las mesas y la dejó allí sin decir nada más, mientras la pelirroja miraba todo extrañamente, el corazón de Chaeyoung latía sin parar y podía jurar que sus manos estaban sudando por el nerviosismo presente. La pequeña se acercó al mostrador y pidió solamente dos cafés amargos con unos panecillos dulces que le encantaban.

Chaeyoung se dirigió hacia la mesa y se sentó nerviosamente mientras ponía el café y el panecillo enfrente de la pelirroja para proceder a beber el suyo con nerviosismo mientras que su mirada se quedaba fijada en aquel bordado de la mesa que parecía lo único divertido en ese momento.

Su ceño se frunció ante el detalle del café y el panecillo dulce. ─¿Y esto? ─Mina preguntó.

─Es un café y un pan dulce. ─Respondió Chaeyoung inocentemente.

─No me refiero a eso, ¿por qué me has traído aquí? ─Mina miraba fijamente a Chaeyoung mientras ella jugaba con sus dedos en un acto de nerviosismo.

─Yo... uh... es algo complicado. ─Chaeyoung no sabía que decir o qu hacer en ese momento, tampoco sabía que excusa usar para la ocasión. Todo su cuerpo se quedó congelado cuando su mano atrapó la de la pelirroja.

Chaeyoung estaba en serios problemas.

Esto no estaba para nada bien. Lo único que se le había ocurrido a su tonto cerebro era tomarle de la mano, y no tenía que hacer nada de eso. Sabía que tenía la mirada de Mina encima suya y no quería ni verla. Se sentía más pequeña de lo normal bajo su mirada. La menor se levantó inesperadamente ─como cosa rara. ─y su cerebro de funcionar por completo cuando sus rostros quedaron a solamente centímetros.

Chaeyoung no tenía ni idea de lo que trataba de hacer, solamente se estaba dejando llevar por su estúpida intuición y no estaba sirviendo para nada. Su rostro se acercaba poco a poco al de Mina y podía sentir como la susodicha intentaba detener su respiración al encontrarse tan cerca suyo.

Su cerebro empezó a funcionar nuevamente y la menor parpadeó varias veces encontrándose con el rostro de su crush en frente suyo. ¡Tenía que salir de allí lo más rápido posible!

Unos cálidos labios impactaron contra la mejilla de Mina. Ninguna de ellas se esperaba que eso ocurriera, pero no pudo decirle ninguna palabra cuando ella se fue del lugar sin decir nada más.