O14. #CARAMEL

5.2K 584 160
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Unos cálidos labios impactaron contra la mejilla de Mina. Ninguna de ellas se esperaba que eso ocurriera, pero no pudo decirle ninguna palabra cuando ella se fue del lugar sin decir nada más.


Mina no tenía de cómo reaccionar ante esa extraña situación. Optó por quedarse quieta en el asiento cómodo de ese café en vez de hacer otra locura que la pusiera en ridículo. Habría sido una buena opción haber ido atrás de la menor pero su cerebro se había desconectado a tal punto que todavía no podía asimilar lo que había pasado. Parecía una total tonta mirando a la nada. Miró a todos los lados encontrándose con algunas personas que la miraban curiosos, pero al tratar con su fría mirada decidieron apartar la mirada.

Frustrada golpeó su frente suavemente contra la mesa. ─¿Qué demonios está pasándome contigo? ─Susurró esperando que alguien le contestase al menos. Todavía podía sentir sus labios impresos en su mejilla, por lo que llevó la yema de sus dedos a su mejilla trazando líneas imaginarias de los labios de la chica como si los conociera de toda la vida. Inmediatamente paró de hacerlo. ¡Se veía tan ridícula haciendo eso, además sus mejillas comenzaban a ponerse rojas!

Su corazón latió con fuerza al imaginar una escena en donde la coreana y ella eran las protagonistas compartiendo un dulce beso. Mina chilló en su interior para no dejar salir el sonido, tomó con ambas manos su cabeza y tiró de su cabello. ¡Esto era el colmo!


Mina se levantó casi tirando la silla detrás suyo y golpeó sus manos contra la madera caoba. El sonido ocasionó que las pocas personas que le habían prestado atención antes, se volvieran a girar asustados. La chica respiraba agitadamente. Esto no podía estar pasándole otra vez. No, no.

Sin saber qué demonios hacer rebuscó entre los bolsillos traseros de su pantalón su teléfono, y buscó el primer nombre que se le vino a su mente. Apretó el signo de llamada al lado de su nombre y comenzó a marcar al teléfono contraria, pero para su mala suerte su mejor amiga colgó de inmediato. Mina indignada se sorprendió por esa acción. ¡Estaba desesperada y Tzuyu no quería responderle! 


El simple hecho de pensar en cosas tan románticas con aquella chica le hacía sonrojarse hasta las orejas. Estaba al borde de la desesperación y sabía la razón, pero no quería confirmarla. ¡Se sentía tan mal! ¡Estaba comenzando a enamorarse otra vez! Para su mala suerte estaba empezando a gustarle esa niña con obsesión al helado que aborreció la primera vez que la observó en la heladería. Mina se sentía tan confundida. No quería volver a caer de nuevo, estar saliendo de una relación para entrar a otra no se veía como el mejor escenario en este momento.

Sabía que Chaeyoung no tenía la culpa de nada pero aún así sentía miedo de todo. Aunque un pedazo pequeño de su corazón le pedía que le diese una oportunidad a la bonita y tierna chica.

Mina se dio cuenta de que todavía seguía de pie como una estúpida llamando la atención de los presentes, sus mejillas enrojecieron ─si es que podía ponerse más roja. ─en un instante. El panecillo y el café de la menor seguían igual que el suyo, pero no quería desperdiciar todo así que le dio una probada a su café pero lo devolvió con asco. El café frío era lo peor.


De su bolsillo sacó un billete como propina colocándolo en la mesa para luego salir corriendo sin saber a dónde ir. Solamente necesitaba pensar un poco sobre lo que estaba pasando en su vida. Luego le pediría ayuda a Tzuyu y todo volvería a hacer normal.

Mina estaba bastante consciente de que pensaba cosas muy estúpidas. Era realmente obvio que desde ese momento no dejaría de pensar en aquel inocente beso en su mejilla y tampoco dejaría de pensar en Chaeyoung. Tenía que hacerse cargo de sus sentimientos por la otra chica y aclarar las cosas con su ex-novia, aunque esto último fuera muy poco probable.


Paró en seco al sentir como sus piernas y muslos palpitaban por el casi maratón que se hizo. Estuvo a punto de sentarse en la acera como una vagabunda, pero no lo hizo con tan hermoso parque en frente de su nariz.


Caminó como pudo con sus piernas hechas de gelatina. Definitivamente necesitaba hacer ejercicio si no quería que uno de estos días se desmayara por correr de un lado a otro. Rió y se emocionó al ver decoraciones hermosas y césped tan verde, sin duda este lugar se convertiría en uno de sus favoritos. Un chillido salió de sus labios cuando a lo lejos observó un puesto de helados y no dudó en ir hacia él, pero a unos pocos metros se quedó paralizada al ver a dos chicas que reconocía como a la palma de su mano, comiendo juntas. Tal vez comiéndose a ellas mismas.

Estaba un poco lejos, pero podía verlas perfectamente. Su ex-novia con su supuesta novia pasando un lindo día juntas, eso era lo que hacía hace años cuando "estuvieron" enamoradas. Mina no sintió nada al ver esa escena, río por lo bajo en honor a aquella chica que la acompañaba. Era tan linda y perfecta que daba lástima verla con semejante cosa. Las dos chicas se levantaron sonriéndose mutuamente, y eso le provocó arcadas. Aparentemente necesitaba ayuda para esos cambios de humor.

Las dos muchachas comenzaron a caminar tomadas de la mano alejándose de los demás y la curiosidad le ganó. Así que comenzó a seguir sigilosamente a aquel par hasta que pararon frente un río artificial. Las dos se miraron a los ojos y la pelirroja observó como Nayeon tenía una caja azul en sus manos.


Se congeló detrás de su escondite así que no pudo escuchar a la mayor recitar sus palabras de amor hacia la de cabello corto. Pero eso no importaba cuando escuchó lo único que le interesaba.

Yuha, cariño... aunque llevamos ocho meses enamoradas, quiero pasar al siguiente nivel contigo. ─Mina mordió su labio conteniendo las ganas de empujar a la pelinegra hacia el agua. ─¿Te casarías conmigo?


Claro que esos ocho meses le cayeron como un balde de agua fría. Pudo haber sido algo peor debía admitir. Así que solamente se fue sigilosamente por el mismo camino que tomó abandonando su corazón para siempre. Ahora menos le importaba aquella chica estúpida.

 Ahora menos le importaba aquella chica estúpida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


rewrite_  este capítulo es dedicado a ti, ya que adivinaste quién era la novia de nayeon. ^^

ICE CREAM。 ── MICHAENGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora