ICE CREAM｡ ── MICHAENG

OO6. #COOKIES W/ VANILLA

Chaeyoung salió disparada tan rápido como sus cortas piernas pudieron con la adrenalina corriendo por sus venas. Seguramente no recordaba que tenía una condición física deplorable y que no servía para esas cosas, pero ahí se encontraba corriendo por las calles chocándose torpemente con las personas que tranquilamente caminaban por ahí. Su pobre helado lo había dejado atrás hace mucho tiempo cuando se dedicó a correr como nunca. Pero olvidaba una cosa, o más bien a alguien.

La menor gruñó deteniéndose para dar la vuelta maldiciendo el nombre de Sana ante todos los dioses. ─¡Te odio! ─Chilló antes de comenzar a correr de regreso al mismo lugar. Sencillamente podría dejarla atrás, pero conociéndola, se perdería solamente al cruzar una calle en su búsqueda. La chica se detuvo para recuperar un poco de aire por el reciente maratón que se había montado. Su pecho subía y bajaba aceleradamente con su corazón latiendo de igual manera, hasta que recordó lo que hizo minutos atrás.

─¿Chaeyoung, por qué tienes que ser así? ─Se regañó a sí misma frotando las manos contra su rostro por su comportamiento tan infantil. Lo del helado había sido un tonto impulso que no pudo retener a tiempo, tarde o temprano tendría que pedirle disculpas a la pelirroja.

Un poco después de reaccionar captó que sólo faltaban un par de calles para llegar al lugar en donde supuestamente se encontraría a su mejor amiga acechando a una pobre chica extranjera que no le entendería ni pío.

Se dispuso a andar tranquila mientras recuperaba su respiración y su pulso volvía a la normalidad, suspiró arreglando su cabello despeinado un par de veces hasta que de la nada, sintió como alguien pellizcaba la piel de su cintura. Chaeyoung dio un pequeño saltito asustada por aquel doloroso toque. Una dulce risa se coló por sus oídos y se giró para volver a la realidad, encontrándose con la pelirroja sonriente por haberle hecho sonrojar.

─¡¿P-Por qué hiciste eso?! ─Chilló hasta acabar siendo interrumpida. Un bolso con figura de fresa se encontraba extendido hacia su cuerpo, la menor entró en un estado de confusión hasta que se dio cuenta de que era su bolso. ─Lo dejaste en tu mesa y tu amiga no parecía tener intenciones de agarrarlo. Al aparecer estaba ocupada con otra cosa. ─Habló con un deje de diversión en la voz. Por alguna razón, la mayor estaba nerviosa de tener a la pequeña en frente suyo. Al estar rodeadas de gente se comportaba de manera burlona y un poquito escandalosa.

Ahora solamente había una Mina tímida y una Chaeyoung avergonzada.

Chaeyoung no contestó pero hizo una reverencia muy rápida, quería salir de esa situación rápido y tirarse en su cama para luego gritar en su almohada como una adolescente enamorada. ¡Aunque eso era ahora! ¡Era un desastre! ¿Qué le pasaba ahora? La menor sonrió de manera extraña e intentó caminar lejos de allí hasta que una suave y cálida mano rodeó su muñeca.

Mina observaba su propia mano atrapando la muñeca contraria con las mejillas encendidas. Chaeyoung hacía un poco más de lo mismo pero en un estado de shock. Mina, aprovechando ese extraño momento sacó de una bolsa azul cielo un pequeño envase de plástico con el logo de su trabajo.

─Es para ti. ─Chaeyoung parpadeó varias veces y se apuntó a sí misma. ─No estoy enojada porque me hayas tirado todo tu helado en mi cara. ─Rió avergonzada mirando hacia otro lado. La castaña tomó el envase nerviosa pensando que un animal extraño saldría de ahí como en una broma pesada, pero en su lugar, solamente encontró helado de vainilla con pequeños pedazos de galleta.

─Y-Yo... muchas gracias, unnie. ─Pero al levantar la mirada, la pelirroja no se encontraba. Nuevamente se sentía avergonzada. Devolvió su mirada hacia el envase, notando un bonito papel pegado con cinta adhesiva en la tapa del envase.

❝ Lo siento si te hice pasar un mal rato, me disculpo de todo corazón. ¿podrías perdonarme? ❞

꒰ ๑ minari xx . . . posdata ── eres muy linda !! ꒱

Chaeyoung sin pensarlo dos veces esbozó una tímida sonrisa, paseando sus dedos por el papel húmedo por el agua que comenzaba a desprenderse. La menor empezaba a entrar en su trance pero alguien a lo lejos gritó su nombre.

─¡Chaeyoungie! ¿Me extrañaste? ─La susodicha bufó observando que sólo se trataba de Sana quien caminaba dando saltitos. Incluso parecía irradiar su propia luz. ─¿Por qué estás tan feliz, mhm? ─Preguntó sospechosamente haciendo reír a la otra de manera tonta. ─¿Oh? No es nada.

─¿S-Sana? ─Chaeyoung apretó su bolso contra su pecho. ─¿Sí? ─Tragó en seco para echarse a reír. ─¿Por qué tienes el labial corrido?

Lo que la menor no sabía es que la pelirroja espiaba sigilosamente desde un callejón. Por alguna razón cuando leyó su pequeña y simple carta, se sintió muy feliz de que la contraria sonriera. Su corazón estaba latiendo muy fuerte.