❝ A Chaeyoung le encantan todos los tipos de helados, pero el que se le hace más delicioso se llama Mina. ❞
๑ 14 O7 2O17。 ## O1 1O 2O17。
» romance, fluff, comedia。
» ¡créditos a @xyoungmn por la hermosísima portada! (^▽^) ♡
Ⓒ venusIove
No copias...
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Mina iba a comenzar a caminar rápidamente si no fuera por que una pequeña se impulsó de su hombro colocándose de puntillas para depositar un beso en la comisura de sus labios.
─Sana... Sana nos está llamando desde hace rato... vamos.
Chaeyoung comenzó a tirar infantilmente del brazo de Mina, quien sintió como su corazón se fundía por esa acción tan linda por parte de la menor. Mina estaba tan cerca de Chaeyoung que podía oler un suave aroma a limón.
En realidad en ningún momento la chica de cabello rosa las había llamado ya que se encontraba ocupada intentando acaparar toda la atención de la taiwanesa. Había sido un truco ingenioso para tener la oportunidad de estar cerca de la mayor por algunos minutos. Ahora se daba cuenta que era un poquito ─demasiado ─impulsiva en cuanto a sus acciones se trataba, pero quería pasar tiempo con ella y no quedarse de brazos cruzados esperando que algo interesante sucediera.
En otras palabras, se estaba enamorando un poco más de la pelirroja. Solamente la palabra como tal le hacía sonrojarse a más no poder y lo odiaba, no le gustaba cuando sus mejillas resplandecían tal manzana pulida.
Mina era arrastrada por la menor de un lado a otro ya que la contraria no conocía su hogar, cosa que le causó un poco de risa. Su sonrojo había disminuido un poco ─algo que agradecía, ya se sentía como una adolescente hormonal y odiaba eso. ─y solamente estaba a la espera de que Chaeyoung parase. De vez en cuando observaba la muñeca de la contraria, su cerebro incitándola a atraparla en su mano. ¿Sería tan suave y cálida como se veía?
¡No haría algo tan tonto que pondría su orgullo en peligro! Iba a contenerse, no iba a arruinarlo todo después de que ella le diera un beso en la comisura de sus labios. ¡No le había disgustado pero se sentía raro! ¡No sabía cómo organizar sus estúpidos sentimientos!
Estaba tan sumergida en sus pensamientos que había olvidado aquella escena tan fundamental que había revivido a su pobre corazón. Quería tocarse el lugar donde los labios se habían posado para saber si aquello había sido real, pero de solamente pensar que estaba a centímetros de la menor se echaba para atrás. Era una desvergonzada.