Brandon me extendió la mano y gracias a eso pude ponerme de pie torpemente.– Cariño, te presento a Norman Reedus, uno de los inversionistas más exitosos del país – su mirada estaba clavada en mí sin inmutarse en lo absoluto – mientras Brandon seguía con la "presentación".
Ella es Mia. Hermosa, inteligente y talentosísima mujer del mundo de la publicidad y lo mejor, es la dueña de mis quincenas – bromeó, mientras me abrazaba sosteniéndome de un hombro mientras yo me sentía desfallecer.
– Mucho gusto – dijo en tono neutral y me extendió la mano.
Pero yo no quería estrechársela, ya conocía los efectos en mí cuando me tocaba. Aunque esta situación era completamente diferente, pero no quería arriesgarme, ni siquiera podía hablar por el enorme estado de shock en el que me encontraba.
Sentía mis rodillas temblar y un sudor frío recorriendo mi cuerpo. Si no fuera porque tenía a Brandon sujetado de la cintura, ya me hubiera desvanecido.
¡No entendía cómo él podía estar como si nada, como si en verdad fuera la primera vez que me veía en su vida!
Deseé tener la misma fortaleza o desfachatez, no sabía cómo calificar su actitud.Tomé un fuerte respiro y apreté con la mano a Brandon, casi enterrándole las uñas.
– Igualmente – respondí
estrechándole la mano, pero la retiré con rapidez.– Sin que me lo tomes a mal Brandon , tienes una novia muy linda – dijo, sin dejar de mirarme.
¡¿Cómo decía eso?!
– Oh, yo lo sé, gracias. Además es una excelente chica, la única que me aguanta el ritmo de trabajo y casi no se queja, por eso trato de complacerla lo más que se puedo. – dijo de lo más amoroso mientras deslizaba un dedo en mi nariz.
– Sí, se ve que están muy
enamorados – exclamó en un tono frío.– ¿Te sientes bien Mia? – preguntó Brandon mirándome preocupado.
– Un poco mareada, creo que la cerveza ya se me subió, necesito refrescarme, iré al baño.– me excusé, tratando de salir del paso.
Salí prácticamente corriendo al baño, y una vez adentro me recargué en la puerta y me llevé las manos a la cara.
¡¿Por qué me pasaba eso a mí?!
Ahora sí que el destino me había jugado una broma demasiado macabra, de todas las posibilidades que había de encontrármelo, jamás me imaginé que fuera con mi novio y mucho menos que se conocieran.Pero, ¡¿de dónde?! Yo conocía a todos los amigos y compañeros de Brandon, tendría que tratarse de algún cliente.
Y lo peor, era no tener la menor idea de lo que pasaba por su mente.
¿Aparte de empresario sería actor? ¡¿Cómo podía tener el rostro sin ninguna expresión?!
¿Acaso sabría que me encontraría aquí?No, por supuesto que no. Aunque conociera a Brandon y supiera que tenía novia, no había forma de que supiera que yo era precisamente esa novia.
Además, no me habría llamado si hubiera sabido que estaría aquí.Me acerqué al lavabo y dejé correr el agua, mojé mis manos y las puse en mi nuca y luego me mojé la cara.
Tomé varias toallitas de papel para secarme, estaba pálida como una hoja.
¡¿Cómo fui tan tonta para creer que ese jueguito iba a continuar por tiempo indefinido?!Es tan típico que cuando siempre te portas bien, el día que haces algo indebido te sale mal.
Tocaron a la puerta y eso me hizo salir de mis pensamientos, tiré las toallitas al bote y salí.
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Ardiente Tentación | Norman Reedus | Completa
FanfictionTres simples reglas a seguir: ¹ Sin preguntar nombres. ² No preguntas personales. ³ No lazos afectivos. Son las indicaciones que el desconocido da a Mia James en su primer encuentro. Pero... ¿será igual de fácil para ambos seguirlas? Esta es una...