Capitulo 5

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Sarah yacía recostada en su cama con una hermosa sonrisa escuchando las historias que Zack le contaba.

Luego de un rato de risas y chistes, su amigo decidió cambiar el tema de conversación por uno más íntimo. El cual, quizás... cambiaría la actitud de ella.

Rió el moreno antes de iniciar el tema que quería. — Sarah... ¿Qué pasó entre James y tú?


La sonrisa que tenía ella en el rostro se esfumó rápidamente y sus ojos comenzaron a tornarse algo brillosos. No sabía que decir, optó por mirar a otro lado para no conectar su mirada con la del moreno. Pero este fue más rápido y la tomó por la barbilla haciendo contacto visual.


—Puedes confiar en mí —sonrió—. Siempre lo has hecho... ¿Por qué no ahora?

—Zack, y-yo no puedo decirte —contestó, no era que no quisiera decirle sobre su embarazo sino que temía que este la tratara por una cualquiera o algo peor.

—Confía en mí, yo... soy tu amigo, te prometo que no diré nada —mostró una hermosa hilera de dientes blancos mientras acariciaba la mejilla izquierda de Sarah.

—Yo... yo... estoy embarazada —respondió poniendo una mano en su vientre, nerviosa.


<< Me tratará como una cualquiera >> Pensaba Sarah.


—¿Qué? —tartamudeó el chico—. Tú... ¿Tú estás esperando un hijo de James?

—Sí —sonrió ella, amaba saber que ese bebé era de él.

—¿Lo sabe?

—Sí pero..., no me dijo nada al respecto, salió corriendo sin decirme nada —sollozó.

—Ya verás que él volverá, ha de estar confundido, estoy completamente seguro de que es el más feliz con la noticia, conozco a ese rubio —rió Zack.

—Ya no sé qué pensar de él, Zack, solo sé que... pudieron haber mejores formas de reaccionar en vez de dejarme así, sin más.

—Oye, ten fe linda, sólo te diré que seas fuerte y disfrutes de la vida, tanto por tu bien como por el de ese bebé —comentó abrazándola—. Y... ¿Qué mejor forma de disfrutar de la vida que tomar unas buenas vacaciones en la casa del tío Zack?

—¿Tío Zack? —rió la chica.

—Sí, obviamente seré el tío de ese pequeño o pequeña, así que acostúmbrate al nombre. En fin... ¿Aceptas?

—¿Irme de vacaciones a tu casa?

—No la de aquí, la de la playa —añadió.

—¿Y para qué quieres que vaya? —preguntó confusa.

—Bueno pues... para que te relajes...

—¿Zack? —interrumpió. Ella lo conocía muy bien, sabía cuales eran los tonos de voz y expresiones en su rostro que indicaban otras intenciones, contrarias a las que decía.

-Ok. Me comentaron que llegó una nueva chica al vecindario, y por las características que me dieron, creo conocerla —sonrió como tonto—. Se... se llama Valerie.

—Lindo nombre —rió.

—¿Entonces... me acompañaras? —preguntó Zack finalmente.

—No lo sé. Debo... pensarlo.

—Sólo serán unos días.


Sarah calló por unos segundos, se lo pensó bien y se dio cuenta de que unas pequeñas vacaciones no le afectarían en nada.


—Está bien —sonrió—. No creo que alguien note mi ausencia.

—Sabía que terminarías aceptando, linda —comentó el chico comenzando a hacerle cosquillas.


Ella no paraba de reír...

Cuando las cosquillas cesaron, la castaña se dio cuenta de que hacía unos momentos, estaba pasando por la situación más triste de su vida. El abandono de James.

Pero ahora, se encontraba muerta de la risa con él, con su mejor amigo.

Zack siempre había estado para ella, tanto en los buenos como en los malos momentos. A veces, cuando eran más jóvenes, ella pensaba que él estaba enamorado de ella y sentía un poco de vergüenza cuando le contaba que chico le gustaba o que tenía que hace para obtener la atención de algún hombre.

Pero toda esa vergüenza desapareció cuando Zack le presentó a James, en ese entonces, ella tenía dieciséis y el chico diecisiete. Su mejor amigo los presentó diciendo que Sarah, era como su hermana menor, así que... tuviera cuidado con ella.


—¿Cómo siempre es que me haces sentir mejor? —preguntó a Zack.

—Soy tu mejor amigo, Sarah —sonrió—. Yo sé todo sobre tu vida, al igual que tú sabes todo de la mía.

—Me conoces tan bien —rió aventándole un cojín en la cara.

—Es por eso que te digo que James volverá y no te dejara sola, ni a ti ni a ese bebé. Yo los conozco demasiado a ambos, fui testigo de su romance, por eso es que te digo que no pierdas la esperanza, tu rubio regresará.

—Gracias, por todo —sonrió abrazándolo.

—Gracias a ti enana, por tu amistad.


Luego de aquel abrazo, el celular de Zack sonó, era un mensaje. Este se alejó un poco de la joven para leerlo.

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Mensaje de: Louis

Amigo, será mejor que la dejes sola, ya hablamos con James, va para allá.

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Zack se acercó a la chica para despedirse.


—¿Pasa algo? —preguntó ella inocente.

—Nada de que preocuparse, pero ya es muy tarde y los tres debemos descansar.

—¿Los tres? —rió.

—El bebé, tú y yo. Así que me voy, descansa linda —dijo besando su frente—. Mañana vengo por ti  y nos vamos a la playa ¿Si?

—Claro — se despidió ella—. Cierra cuando salgas por favor.


Ya eran las 01:00 am, James se encontraba corriendo desesperado por los pasillos del edificio, pero al llegar a su apartamento, la puerta estaba cerrada con la cadenilla de seguridad y todas las luces apagadas, no pudo entrar.

Derrotado, se deslizó por la puerta y sollozó en silencio hasta que se quedó completamente dormido. Retándose a sí mismo, por lo idiota que había sido.


<< Sarah... perdóname... perdóname por favor. Lamento, lo que hice >> Pensaba mientras dormía.

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