Epílogo

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Luego del nacimiento de Grace, la vida de James y Sarah cambió notablemente. Pero cambio para bien, James había terminado la universidad un seis meses después del nacimiento de su pequeña ¿Cómo? Pues un proyecto realizado por la universidad consistió en acortar el tiempo de algunas carreras, dentro de esas, estaba la del muchacho. Ahora, el chico trabajaba junto a sus amigos en la empresa que habían creado juntos Dare to Dreams Company, una empresa en donde ayudaban a los chicos con talentos a cumplir sus sueños.


—¡James! —lo llamó su esposa.

—¿Qué sucede? —preguntó entrando en la habitación de Grace.

—No para de llorar —comentó ella formando un puchero con sus labios.

—Dámela —sonrió el rubio ante las acciones de su esposa.


El chico la cargó dulcemente mientras le cantaba al oído. Esto hizo que la pequeña se quedara profundamente dormida.


—Ya se durmió —dijo él dejando a la pequeña en su cuna.

—Creo que te quiere más a ti que a mí —comentó Sarah formando otro puchero.

—No es así, sólo necesitabas cantarle. Eres una gran madre —rió James abrazándola por la cintura.

—Y tú un gran padre —sonrió ella besando los labios de este.

—¿No crees que Grace necesita a alguien con quien jugar? —levantó las cejas.

—Sí..., lo pienso —rió la joven siguiéndole la corriente a su esposo.


Lentamente, James hizo que Sarah caminará de espaldas sin despegar su mirada de la suya fuera del cuarto de la bebé.


—¿Será un niño o una niña está vez? —preguntó el rubio.

—Un niño, se llamará Austin —habló Sarah rápidamente.

—Ok, Austin.


Poco a poco, la temperatura comenzó a subir entre ambos.

James sostuvo a Sarah en brazos y la llevó hasta su habitación, en donde la recostó tiernamente en la cama. La chica desabrochó la camisa de su esposo hasta quitársela por completa, él hizo lo mismo con la blusa de ella. Los besos eran apasionados pero no quitaban el amor. El rubio besaba el cuello de la castaña mientras ella acariciaba su espalda desnuda...

Luego de un rato, ambos estaban desnudos. Besándose y expresando cuanto se amaban...


—¿Lista amor? —preguntó él. Ella asintió embobada, perdida en sus ojos.


Y lo habían hecho, una vez mas habían hecho el amor...


—¿Estás... cansada? —preguntó James intentando recuperar la respiración.

—Un poco —suspiró ella.

—Ojalá... que la... semillita, ya esté aquí —comentó el chico poniendo su mano en el vientre de la chica.

—Tendrás que esperar tres semanas para saber eso —rió la muchacha.


James se levantó un poco para observar bien a su esposa, la cual lo miraba de la misma forma. En los ojos de ambos sólo se veía; pasión, lujuria y amor...


—Esperaré con gusto —la miró—. Tú y Grace me hacen el hombre más feliz del mundo, ojalá que dentro de tres semanas haya un nuevo miembro en la familia que me haga feliz —la besó.

—Entonces... creo que... —comenzó a hablar Sarah pero fue interrumpida.

—Seremos padres —sonrió su esposo.

—Seremos padres —afirmó ella.

We Will Be ParentsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora