EPILOGO.

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SEIS 

Epilogo. 

Acaba de tomar dos copas de vino en su camino a la terraza para volver con Hinata cuando una mano detiene su andar, le sostienen del codo de manera gentil pero firme. Vuelve el rostro en ánimo de descubrir que ocurre cuando a sus ojos aparece el mismo pelo apiñonado, rostro afilado con expresión de fastidio así como sonrisa fortuita y enigmática.

-¿Shikamaru?—el mencionado vestía un traje gris con corbata verde esmeralda, hizo un gesto con la cabeza y avanzaron hacia un lugar fuera de la pista. –Carajo, a tu lado Wolverine queda como un completo estúpido.

-¿Verdad que sí? El blondo no duda en ofrecer la copa que antes estaba destinada a Hinata.

-Pero... ¿Pero que estas..?

-La caza termino.



Sasuke dejo el auto fuera del edificio no preocupándose mucho por su posición; dado que aunque amaba el Chevrolet que Itachi le había regalado no tardaría mucho, tan solo subiría hasta el apartamento, saludando a uno que otro vecino, rebuscaría la llave en su bolsillo, la encajaría en la cerradura, giraría y entonces... una nota, doblada cuidadosamente en cuatro caería mientras la puerta se abría.

La levantaría, preguntándose porque alguien atrancaría el pedazo de hoja en su puerta pudiendo utilizar el correo del edificio; recuerda además que cuando salió rumbo al auditorio para la graduación dicha nota no estaba.

Un poco nervioso la abre poco a poco, un olor bastante peculiar se desprende conforme el mensaje se revela:

"Después del Seis, viene el Siete." Cita, caligrafía peculiar.

Tardo por lo menos cinco minutos; quizá debido al shock o quizá porque había pensado que Seis había desaparecido entre cenizas. Los pensamientos desbocados en todas direcciones, su cuerpo pareció reaccionar antes que su mente pues cuando se dio cuenta ya estaba bajando las escaleras como loco rumbo a su auto. Seis... después del siete, observo el reloj en la estancia del edifico, eran las ocho y media de la noche, y sus piernas se doblaron a la par de sus ilusiones, que se hicieron añicos. Permaneció de rodillas en la estancia y en silencio no sabe exactamente cuánto, el recuerdo del delicado tanto sobre su piel le hace temblar, y la idea de volverlo a sentir crece en su pecho.

Le vendería su alma a Satanás con tal de volver a ver a Sakura.

Recuerda haber visto a la chica en la cafetería cerca de Seis a las siete de la noche; esa había sido la primera vez que la había besado y la primera vez que había sido sincero consigo mismo.

Si lo intentaba, esta vez sí podría salvarla.

Se levanta como si le hubieran inyectado adrenalina directamente el torrente sanguíneo; la sangre ardía por debajo de sus músculos, condujo a toda velocidad y para su sorpresa la cafetería aún existía, el problema era que había tardado cuarenta minutos.

Hiperventilando camino por la acera, trago saliva cinco o seis veces, agito su pelo nervioso, entro al lugar haciendo sonar una pequeña campana; exhalo sin estar seguro de querer escanear el lugar, ¿estaba preparado para desenterrar los fantasmas? ¿Aquello era un sueño? O también podría haber entendido mal el mensaje...

Levanta la mirada, y plantado desde su lugar jamás olvidara lo que vio.

Descrito en simples Seis palabras; el alma le regreso al cuerpo. 

 
-.-.-.-.- 

Sigue a la nota de autora, por favor. 

SEIS ||SASUSAKU||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora