SEIS ||SASUSAKU||

Capitulo Cuatro.

SIX.

Capitulo 4.

Escuchando el diurno informe vial se recordaba a si mismo que no era un príncipe de ensueño, le constaba que desde Shikamaru hasta Naruto bromeaban acerca de el mal genio con el que cargaba pero de igual forma sabia de sobra el control con el que gustaba mantener su vida, odiaba entrometerse en asuntos poco incumben tés, y hasta maso menos unos días, mantenía total y completo apoyo a la serie de marchas justo se hallaban causando estragos en la ciudad y estaban siendo televisadas. Vio a un par de mujeres con ojos llorosos y cárteles que pedían la intromisión del ejercito a Seis y con ellas el cierre definitivo de aquel.

No era una novedad que Seis fuese cotilla de todo Japón, así como ciertas personas trataban de deludir el tema tratándolo como un tabú, otras habían decidido no quedarse de brazos cruzados mientras sus hijos eran arrastrados por los tentáculos de las desmesuradas tentaciones. El pobre Sasuke apuesta a que su madre estaría revolcándose en la tumba si supiese lo que ahora pasa por su cabeza. Ni mas que una chica toxica, a la que planea ver en, si su reloj estaba en lo correcto, un par de horas.

Había terminado ya su reporte para filosofía, llamado a Tina para que lo cubriera en su horario de la tarde(suponiendo llegar al turno nocturno) en el trabajo, dado una ducha y dormido exactamente treinta minutos, ahora solo esperaría.

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Ojala fuese tan audaz como para la clase de calculo o de lo contrario, a esas horas, ya debía de estar muerto. Aunque reconocía que algo si le admiraba, aquella insondable necedad que lo sacaba a flote en las situaciones mas adversas, Sasuke no había tenido una vida fácil, en ciertas ocasiones Naruto y el mismo lo habían ayudado a cubrir turnos en la cafetería o en la tienda, menos que mas ya que el orgullo del peli azabache podría casi considerarse un modus vivendus inquebrantable, esperaba que Sakura hubiese sido lo suficientemente tajante como para enviar a Sasuke a casa.

-Shikamaru.- Menciona el chico de pelos rojos pasado la palma frente a sus ojos en afán de traerlo a la realidad. -Ya están aquí.

-Quiero verlas. -Exige, frotándose la nuca con exorbitante languidez.

Sasori asiente un par de veces, sale y reaparece en un tris pero esta vez no solo, tres jovencitas han entrado con el: una es castaña de piel morena, viste unos jeans ajustados y unas botas largas que la hacen ver mas baja de lo que en realidad es, otra luce cabello corto lacio y rubio y la ultima, no menos bella ( de hecho es la que mas llama su atención) mantiene el cabello rubio ceniza peinado en cuatro curiosas coletas, ojos azules o verdes, en todo caso azul salpicado de verde.

-Tenten, Sho, y Temari. .- El chico se levanta en un salto de la silla en la que se había plantado desde que recibió el mensaje de Sasuke en que le agradecía por darle la dirección de la peli rosa.

Se debate entre darles un discurso de bienvenida en el que las felicita por buscarse la vida solas o el sermón, en vista de la edad de las chicas, se tienta mas por la segunda.

-Bueno, primero que nada este no es un trabajo de mesera igual a otros que hayan tenido, quiero que lo entiendan, y entiendan donde se están metiendo.-dice el chico con voz fatigada, el sabe lo que es meterse en Seis por necesidad así que no es que espere simplemente hacer desistir a las jovencitas, lo que espera es advertirles al menos. -No hay prorrogas, tienen que presentarse diariamente sin excusa...