Mi princesa: Un sueño de amor (Historia Terminada).

A primera vista

Nuestra historia comienza en un pintoresco pueblo llamado "el encanto" donde vivía una hermosa joven, su pelo negro como el ébano, su piel radiante como la canela, sus ojos verdes como las aceitunas, sus labios rojos como las manzanas más dulces, ella era bondadosa, buena y siempre tenía una actitud positiva al ver las cosas, su nombre era Isabela.

Esa tarde, la pequeña tienda de flores donde ella trabajaba estaba a punto de cerrar después de una jornada larga y laboriosa...

-¡Oh! Ya es tardísimo, es momento de cerrar y por lo que veo se aproxima una fuerte tormenta.

De pronto en cuestión de segundos se desato una lluvia terrible, el cielo era alumbrado con relámpagos, el sonido y la fuerza del agua azotaba las calles del pequeño poblado, en ese momento Isabela salió de la tienda de flores.

-tendré que tomar un taxi, porque si no ¡llegare toda empapada!

Al otro lado de la calle, un auto color negro estaba estacionado, dentro de él se encontraba un hombre muy atractivo, alto, con un pelo rebelde de color castaño claro y brillante, ojos azules que observan atentamente a aquella chica.

-¡Esa mujer! Es la chica más hermosa que he visto, tengo que saber su nombre.

Erick era un hombre con fama de mujeriego, perteneciente a la prestigiosa familia Castillo, y al ver a aquella mujer no perdió el tiempo, bajándose del auto sin importarle la fuerza de la lluvia.

-¡Oye! Si gustas te puedo llevar a tu casa, para que no te mojes, la lluvia está muy fuerte.

En ese momento sus miradas se encontraban, y aquella voz cálida de Erick hizo que Isabela volteara.

-Discúlpame, no soy de las personas que brinda confianza al inicio y ¡menos con fuereños!

-¡Bien! Entonces me presento, Soy Erick un caballero que puede acompañarte hasta tu casa (sonríe).

-No seas tonto, no me interesa saber tu nombre, así que ¡déjame en paz!

-¡Entonces perdóname por lo que voy a hacer!

El deseo que Erick sentía por Isabela era tan fuerte que no dudo en besarla profundamente, tomándola por la cintura, mientras Isabela correspondía, sus labios se entrelazaban con cautela y pasión, en ese momento la lluvia se detuvo, Isabela se apartó, sus mejillas se ruborizaron cuando se dio cuenta de que llevaba varios minutos...

-¡Eres un patán! lanzo una abofeteada contra Erick interrumpiendo la escena, salió huyendo del lugar.

Por un momento Erick se quedó quieto esbozando una sonrisa burlona, pero ligeramente encantado. Al descubrir que su musa escapaba, corrió tras ella.

-¡Espera!, ¡Espera! ¿Cuál es tu nombre?

Isabela cruzo la calle extendiendo la mano frente a un taxi que se aproximaba, al correr tan deprisa olvido una de sus zapatillas, sin importarle subió al taxi alejándose de Erick.

-¡Hey!, ¡espera!, no puede ser se fue.

Pero al poco tiempo el descubrió lo que aquella musa había dejado sobre la loza de la calle.

-¿Una zapatilla? (sonríe).

En casa Isabela lleva una vida tranquila, junto con su tía Cristina, una mujer humilde a quien Isabela le dedica tiempo y cuidados debido a su enfermedad.

-¿Isabela eres tú?, ya estaba preocupada por ti ¿dónde andabas?

-Por la lluvia se me hizo tarde tía, es por eso mi retardo.