Erick despierta del coma.

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  Capítulo 31. Cinco años después...
En el sanatorio de la ciudad de México, reposa el cuerpo de Erick, en segundos su corazón comienza a palpitar más de lo normal y sucede lo inesperado.
Los rayos del sol entran por la ventana chocando con el rostro de Erick y justo en ese momento comienza a abrir los ojos, despertando de aquel coma profundo que lo tenía en el abismo.
-¡Isabela! Mi amor...dijo pronunciando desesperado.
Enseguida los doctores entraron y quedaron maravillados por el milagro de vida que había sucedido. Catalina de Castillo con las manos temblorosas y lágrimas en los ojos se acercó hasta la camilla donde se encontraba Erick.
- Madre, ¿qué sucede? ¿Dónde está Isabela? – preguntó muy intrigado Erick.
Catalina no sabía que iba a responder, hasta que se apiado de su hijo comprendiendo el verdadero amor que él, tenía por Isabela y comenzó a hablar.
- Hijo... Me alegra mucho que hayas despertado después de estos cinco años. Tú sabes que yo te amo, que eres mi adoración y que nunca te voy a dejar solo, pero también debo comprender que debes hacer tu vida y que mejor que con la persona que sigues amando– arrancó Catalina.
- Madre, no entiendo... ¿Pero qué sucede? ¿Por qué han pasado tantos años? – preguntaba Erick.
Catalina hizo una pausa y dejó escapar un torrente de lágrimas
- Mamá, ¿por qué lloras? ¿Hay algo que debes decirme? – preguntaba Erick preocupado.
- Hijo... hay algo que debes saber... Es muy duro para ti. Lo es para mí. Es algo muy delicado... Pero debes saberlo. – respondió Catalina.
Erick se puso en guardia. Conocía ya esa escena, por lo que empezó a preocuparse mucho.
- Mamá, explícate que no entiendo.
Erick no entendía absolutamente nada.
- Mamá, me estás preocupando. No entiendo absolutamente nada ¡Dime ya de que se trata!
Catalina se sentía aturdida.
- Te pido que seas fuerte, hijo... hice creer a todos que tu habías muerto pues no soportaba la idea que te unieras con Isabela, al principio trate de aceptarla pero solo lo hice por los negocios de la empresa, pero ahora entiendo que tu amor es más fuerte, y lamento decirte que hace años ella se fue de México y puede que ya tenga otra vida.
- Madre... ¿Qué clase de broma es esta? ¿Me estás vacilando? – preguntó completamente incrédulo Erick.
Catalina por su parte no sabía que responder. Se tapaba la boca con el puño y no paraba de llorar.
- ¡MADRE POR FAVOR! ¡¿QUE CLASE DE BROMA ES ESTA?! ¡HABLA CARAJO! – gritaba Erick.
- Hijo perdóname por favor.
- ¡NOOOO! ¡No mamá! Esta vez perdí a Isabela para siempre, me robaste mi vida... – respondió Erick con un alarido desgarrador.
Erick se levantó de la camilla, salió corriendo desesperado del sanatorio, llego a la calle y callo rendido de rodillas, después extendió sus brazos al viento, pegando un potente alarido de dolor. Su vida, no iba a ser más la misma a partir de ese día.
De golpe, el cielo comenzó a oscurecerse hasta convertirse en una pequeña luz blanca que se desvanecía poco a poco. En la mansión de los abuelos de Isabela, una mesa llena de bocados y adornada de velas amena la noche, Pedro, Carmela, Gonzalo, y Javier esperan ansiosos a Isabela y a su pequeño hijo, Erick.
Isabela baja por la escalera con un vestido azul, que contrastaba deliciosamente con el rubio color de sus cabellos. Su peinado era elegante, y una pequeña rosa púrpura, que adornaba su cabeza, parecía estar sujeta a un broche de oro. Algo como una chispa de inocente coquetería brillaba en sus pupilas, estaba admirablemente bella.
Junto con ella el pequeño Erick venia de la mano, sonriendo.
Admirados ante aquella mujer y su hijo, quienes llegaron a la mesa tomando asiento.
Enseguida Javier pronuncio unas palabras:
-Pues estamos reunidos ante tu familia Isabela, con el único fin de cumplir mi promesa, estos últimos años que me has dado la oportunidad de confiar en mí, has llenado mi vida de alegría, y por eso he decidido esta noche que...
Javier toma de su saco una caja pequeña de cristal, en segundos la abre y saca un hermoso anillo, con una piedra preciosa.
-¿Quieres unir tu vida a mi lado casándote conmigo?-pregunto Javier emocionado.
Isabela anonadada no sabía que decir, quedo helada ante tremenda petición.
-¡DEBES DECIR QUE SI MAMITA, YO SI QUIERO QUE JAVIER SEA MI PAPI!- muy alegre gritaba el pequeño Erick.
-Debes darte la oportunidad hija, Javier ha sabido ganarse tu corazón- La abuela le decía fascinada ante aquella petición.
En ese momento Isabela recordó el compromiso con Erick, pero ella sabía muy bien que era momento de vivir el presente, dejando atrás el pasado, con una lagrima en los ojos, se lanzó a los brazos de Javier y contenta acepto.
-¡SI! SI... si quiero casarme contigo Javier.
Sus miradas se encontraron, Javier tomó su cabeza entre sus manos, y la beso profundamente.
-¡Vivan los novios!- grito el pequeño Erick.
Enseguida la familia lanzo un brindis por el nuevo compromiso.
-¡La boda será en México! Tenemos que volver al lugar donde nacimos- dijo don Gonzalo.
En ese preciso momento el sonido del teléfono interrumpía tan bella escena, Pedro se dirigió a contestar.
-¡Bueno! Familia Imperial a sus órdenes.
-Pedro ¿Eres tú?- preguntaba nerviosa, la voz de una mujer.
-Si soy yo, ¿Quién habla?
- ¿Cuánto tiempo ha pasado no? Soy Catalina de Castillo necesito que regreses a México, Erick no murió en ese accidente él está vivo, necesito explicarte...
Pedro no dejo terminar a Catalina, el soltó el teléfono y cayó al piso, Isabela se percata de la escena y se dirige hacia su padre.
-¿Estas bien padre? Te noto pálido... preocupada preguntaba.
Pedro respiraba a ritmo agitado, trago saliva y respondió.
-Isabela sé que nunca pudiste olvidar a Erick. Él ya no va a vivir en tus recuerdos cuando lo desees. El Vuelve a la realidad por una cuestión, Él está vivo...
Aquel argumento indistinto, vago, inmenso y elocuente... despertaba en Isabela la emoción más profunda, que le obligaba a volver al pasado.
-¡No puede ser! Erick está vivo... -Con lágrimas en los ojos murmuraba Isabela.
Al oír esa confesión, Javier hizo un gesto como poniéndose en guardia, la idea de que Erick confesara que Javier estuvo detrás de aquel atentado le enchinaba la piel.
-¿Qué dices Isabela? ¿Erick está vivo?- pregunto Javier.
Isabela dirige sus manos a la cabeza, levanta su rostro y responde.
-¡SI JAVIER, ERICK ESTÁ VIVO! Y yo tengo que regresar a México, merezco una explicación.
-¡No Isabela! No regreses por favor, dime que no iras a buscarlo, tu y yo tenemos un compromiso.-Javier dijo con rabia.
-Perdóname Javier el, es el padre de mi hijo...
Isabela se quita el anillo de compromiso y se lo entrega.
-¡Discúlpame Javier!
Al ver la discusión los abuelos toman de la mano al pequeño Erick, llevándoselo al jardín de la casa.
Confundida Isabela corrió a su habitación y se encerró en el baño, donde frente a su espejo se echó a llorar de manera desconsolada. "¿Qué debo hacer? ¿Después de tanto tiempo te apareces? ¡No me tortures más por favor!" Pensaba mientras lloraba desconsoladamente.
Después de unos minutos saco una caja de su armario y saco el anillo de compromiso que Erick le había dado.
-¿Continuar a tu lado? O ¿Renunciar a ti?  

Mi princesa: Un sueño de amor (Historia Terminada).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora